Un discurso exhaustivo y poco concreto

Demasiado exhaustivo y poco concreto fue, en opinión de la mayoría de los eurodiputados que intervinieron en el debate, el discurso del nuevo presidente del Consejo de Ministros de la Comunidad Europea (CE), Francisco Fernández Ordóñez.Los españoles fueron, como era de suponer, los más numerosos en hacer uso de la palabra, y entre los oradores el socialista Fernando Morán fue el más elogioso con la alocución y el aliancista Fernando Suárez el más crítico.

"Nuestra voluntad de colaboraclón va a chocar", dijo Suárez, "con ese cierto aire de apariencia que se deduce de muchos párrafos del programa, en el que se dicen muchas cosas -quizá demasiadas- y se concretan muy pocas, por no decir ninguna". Pero matizó a continuación que su crítica debía ser entendida como "nuestra forma de entender la colaboración".

Para Concepció Ferrer, de Unió Democrática de Catalunya, el discurso fue inquietante porque había en él "tantas propuestas y objetivos que la presidencia corre el riesgo de perderse en la tarea". Y el comunista Fernando Pérez Royo coincidió con ella al afirmar que "gobernar es elegir" y que para "la credibilidad de una presidencia" hubiese sido mejor tener las prioridades más claras.

Punset pide realismo

"Yo preferiría", declaró, por su parte, el centrista Eduardo Punset al hacerse con el micrófono, "objetivos más realistas en política exterior y planes de acción más ambiciosos en el desarrollo de conceptos como el de cohesión económica y social".

A renglón seguido, Punset comentó con ironía que "le hará falta desarrollar al Gobierno español mayor capacidad de diálogo y entendimiento con los agentes sociales en Europa del que ha hecho gala en nuestro país".

El convergente catalán Carles Gasoliba y Carlos Garaikoetxea, de Eusko Alkartasuna, barrieron para casa en sus intervenciones. El primero pidió veladamente al Gobierno español que asuma la reivindicación de convertir al catalán en idioma oficial de la Comunidad Europea, lo que también ha venido a pedir a Estrasburgo el presidente del Parlament de Catalunya, y el segundo denunció los "controles sistemáticos y a veces irritantes que siguen siendo una práctica habitual" en la frontera del País Vasco.

En apenas tres minutos de los 10 que le fueron concedidos para responder, Fernández Ordoñez dio "las gracias por las palabras tan amables", especialmente las de su antecesor en el Ministerio de Asuntos Exteriores, Fernando Morán, y afírmó,que el programa de la presidencia española "es rigurosamente antidemagógico, modesto y realista".