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Un acuerdo sobre derechos humanos sella la CSCE

Los 35 países participantes en la Conferencia sobre Seguridad y Cooperación en Europa (CSCE) aprobaron ayer en la capital austriaca el documento con el que se sellarán 26 meses de duras negociaciones. La Conferencia de Viena concluirá el miércoles con la aceptación consensuada de un documento que se considera excepcional e histórico por los compromisos que contiene sobre el respeto a los derechos humanos y la vigilancia que se mantendrá sobre la conducta de los Gobiernos en este terreno.

El documento de la CSCE prevé la apertura inmediata de negociaciones para la reducción de armamento convencional en Europa. Esta negociación, uno de los resultados más prometedores del foro de Viena, la protagonizarán los 16 países de la OTAN y los siete del Pacto de Varsovia, si bien con consultas regulares con los neutrales y no alineados para respetar el marco global europeo de la CSCE.Tras varios sobresaltos de última hora, al surgir un conflicto de intereses entre Grecia y Turquía, queda abierta la vía para la solemne firma del documento en una cumbre de ministros de Asuntos Exteriores que comienza mañana. Aparte del conflicto greco-turco y de las diferencias entre EE UU respecto a la fórmula de negociación del desarme convencional, que París no quería fuera estrictamente bilateral entre OTAN y Pacto de Varsovia, ha sido la oposición rumana a las concesiones en derechos humanos el mayor de los obstáculos. Rumanía ya ha anunciado que sólo aplicará los acuerdos en la medida en que no estén reñidos con su Constitución. Pese a esta actitud de Bucarest en cuestiones consideradas vitales por Occidente, como son las garantías para la libertad religiosa y de emigración y reunificación de familias, fuentes de la OTAN y de los neutrales consideran que el documento establece compromisos impensables cuando comenzó la conferencia en noviembre de 1986.

Tres conferencias

El documento emite mandatos para tres conferencias sobre derechos humanos que habrán de celebrarse en París, Copenhague y Moscú. Esta última, propuesta por la URS S, recibió a última hora el beneplácito de Estados Unidos, gracias a las concesiones soviéticas.Por primera vez, los firmantes acceden a establecer plazos para resolver solicitudes de emigración o reunificación familiar. En cuestiones familiares urgentes no deberá exceder los tres días; en solicitud de reunificación de familias y bodas, los tres meses. Los países socialistas han aceptado discutir la abolición del cambio de divisas obligatorio para extranjeros, una regulación que limita gravemente el turismo especialmente para jóvenes y jubilados.

De los tres cestos de aspectos de la cooperación de que se compone la CSCE, el primero (seguridad y desarme) y el tercero (derechos humanos) son los que han registrado avances más espectaculares en relación con la conferencia de Madrid. El segundo (cooperación tecnológica y económica), en el que los países socialistas son los demandantes, no ha habido avances similares, debido tanto a la falta de disposición norteamericana como a las realidades económicas en los países del Este, sin margen para grandes movimientos pese a las insólitas facilidades que se han abierto con el proceso reformista. El embajador polaco, Wlodimierz Konarski, habló por ello de un documento equilibrado con sus puntos flojos en la cooperación económica.

En 1990 se celebrará una conferencia sobre cooperación económica en Bonn. La propuesta de celebrar otra análoga en Praga fracasó. También queda fuera del documento una propuesta para celebrar una conferencia científica en Italia.

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Turquía y Grecia presentaron dificultades al solicitar Atenas que el puerto turco de Mersins sea incluido en las negociaciones sobre desarme convencional. Este puerto abastece a las tropas turcas que ocupan una parte de Chipre. Turquía se niega y alega que este puerto tiene importancia estratégica para la defensa contra vecinos no integrados en la CSCE, en este caso Siria.

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