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GOLPE AL TERRORISMO

Una larga trayectoria

El actual número uno de la organización terrorista ETA, José Antonio Urrutikoetxea Bengoetxea, Josu Ternera, nació el 24 de diciembre de 1950 en Miravalles (Vizcaya). Estu dió el bachillerato en Bilbao y empezó a trabajar en la sección de informática del Banco de Vizcaya en Deusto. Relacionado con Argala desde su juventud, ocupó el cargo de res ponsable político de la zona costera de Vizcaya. Huyó a Francia en mayo de 1971, donde se puso en contacto con los responsables del frente militar de ETA, del cual pasó a formar parte. Destacado activista de ETA-V Asamblea, estuvo implicado en el asesinato de Carrero Blanco. Ya en aquellos momentos fue situado por fuentes policiales como uno de los integrantes del aparato de relaciones internacionales de ETA. Desde 1975 formó parte del comité ejecutivo.

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En 1985, Josu Ternera sustituyó al número dos de la organización Eugenio Etxebeste, Antxon, y se responsabilizó del aparato político de ETA. En septiembre de 1986, la policía española relacionó al sector marxista leninista de ETA, identificado con el grupo de Urrutikoetxea, con el asesinato de la ex activista María Dolores González Cataráin, Yoyes.

El 30 de septiembre de 1987, Josu Ternera logró burlar el cerco policial establecido en un chalé del País Vasco francés donde fue detenido Santiago Arrospide, Santi Potros. Ya en estas fechas era considerado por fuentes policiales como máximo responsable de la organización terrorista. Josu Ternera comparte la cúpula de la organización, el comité ejecutivo con Francisco Múgica Garmendia, Artapalo, y Javier Zabaleta Elósegui, Waldo.

A principios del año pasado, tras la detención de destacados etarras, fuentes policialus señalaron indicios de enfrentamientos entre el sector duro, liderado por Josu Ternera, y los históricos, partidarios del diálogo con el Gobierno español, encabezado por Antxon. Según sus propios compañeros, Josu Ternera se oponía a cualquier tipo de diálogo por considerar ausentes de garantías las propuestas formulados por los intermediarios españoles s ETA en Argelia. Defendía con Lo única salida el mantenimiento de la lucha armada.

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