Rafael Moneo considera un reto la reforma de Villahermosa que albergará la colección Thyssen

El arquitecto Rafael Moneo ha aceptado la reconversión del palacio de Villahermosa para albergar la colección Thyssen de pintura porque supone un reto en varios sentidos: reformar una obra del Madrid de la Ilustración que inspiró Villanueva y adecuar una fachada a un espacio interior que hay que inventar. Moneo, responsable de la remodelación de la estación de Atocha, considera que el proyecto de Villahermosa puede suponer un cierto descanso tras la complejidad de una reforma urbana como la de esa zona de Madrid. Moneo recibió el encargo tras descartarse dos proyectos.

Rafael Moneo recibió la oferta del proyecto el pasado 15 de diciembre en la universidad norteamericana de Harvard, donde es director de la escuela de arquitectura. El subsecretario del ministerio, Miguel Satrústegui, le hizo la propuesta, que sorprendió a Moneo, quien acaba de concluir el proyecto del Museo Miró por encargo de los herederos del pintor.La oferta a Moneo se realizó tras descartar dos proyectos anteriores. Fuentes próximas al Ministerio de Cultura revelaron que la primera oferta fue realizada a Ricardo Bofill, quien elaboró una propuesta considerada excesivamente cara y ambiciosa. La segunda opción fue Francisco Partearroyo, alumno de Moneo, cuyo proyecto también fue rechazado, en este caso por considerarlo insuficiente.

Los barones Thyssen, que han intervenido en el proceso de selección de proyectos, visitaron recientemente el Museo de Mérida, acompañados del ministro de Cultura, Jorge Semprún, y quedaron impresionados por esta obra de Rafael Moneo, inaugurada en 1986. El descarte de los dos proyectos iniciales y el entusiasmo de los barones por la obra de Moneo fueron decisivos para que la Administración insistiera en su oferta al arquitecto.

Rafael Moneo visitó el martes, acompañado de los barones, el edificio del palacio de Villahermaosa, donde se exhibió hasta finales de diciembre pasado la exposición Goya y su entorno.

La principal peocupación de Moneo es la falta de tiempo para concebir la reforma, ya que tiene que entregar el proyecto antes de seis meses. La obra debe estar concluida antes de 1991. Moneo no comparte la opinión del director del Museo del Prado, Alfonso Pérez Sánchez, quien había manifestado que la transformación del palacio de Villahermosa no era costosa ni en tiempo ni en dinero. La complejidad de un museo moderno, con diferentes servicios además de las salas de exposición, exige diseñar espacios con funciones distintas. La reforma que concibe Moneo exige partir de cero, respetando únicamente la fachada, que es lo único que se conserva del edificio original. Antes de ser una dependencia del Museo del Prado, el palacio de villahermosa era sede de la Banca López Quesada.

Moneo, de 51 años, nacido en Tudela, es el responsable de la reforma de la estación de Atocha, que se inició en 1985. Con anterioridad realizó el Ayuntamiento de Logroño, el edificio Bankinter de la Castellana de Madrid y el ya citado Museo Romano de Mérida.