El retorno de los 'duros'

La captura de un mercante de bandera hondureña con 825.000 cajetillas de tabaco de contrabando, valoradas en 150 millones de pesetas, evidencia el notable incremento en las últimas semanas de una actividad ilegal que, de hecho, no ha cesado en las costas gallegas. Las numerosas aprehensiones registradas durante 1988 así lo indican, y en esa dirección apuntan también las palabras del gobernador civil de Pontevedra, Jorge Parada, cuando afirma que "este año se puso a la altura de los años considerados duros".

La reciente captura del mercante Meli y la detención de cinco de sus diez tripulantes, ahora en prisión, se produjo más allá de las 12 millas al oeste de las islas Cíes, pero los funcionarios del Servicio de Vigilancia Aduanera defienden la legalidad de la operación, basándose en que la conexión con tierra era un hecho a través de las planeadoras preparadas para la descarga. Por si fuera poco, y según se comprobó posteriormente, las 668.000 cajetillas localizadas en un galpón de Barrantes, y valoradas en 110 millones de pesetas, procedían también de ese buque.La acción, calificada de "importante" por el Servicio de Vigilancia Aduanera del Ministerio de Economía y Hacienda -el valor del buque se aproxima a los 100 millones de pesetas- prueba que el tráfico continúa a gran escala en el litoral gallego, fundamentalmente en las Rías Bajas, "Sabemos que vienen otros barcos como éste, pero no podemos actuar salvo que la conexión sea un hecho", aseguran algunos funcionarios del Servicio de Vigilancia Aduanera.

El comercio ilegal continúa floreciente y el director de planificación y estudios económicos de Tabacalera Española, SA, Manuel Blanco Losada, asegura que "dos de cada tres cajetillas de tabaco rubio que se consumen en Galicia son de contrabando".

Se comprende, pues, la comparación establecida con los años duros, 1983-1984, momento de las primeras capturas y detenciones importantes. De esos

años son las aprehensiones de los buques de bandera panameña Tessa y Ceder, con ocho millones de cajetillas de tabaco a bordo valoradas en 1.400 millones de pesetas, y el carguero griego Cristina, con un alijo valorado en unos 3.000 millones de pesetas, el de mayor cuantía incautado en Europa hasta ahora.

Vuelven los 'capos'

Desde entonces, con los dirigentes de las principales organizaciones detenidos o huidos, se produjo un aparente bajón y un repliegue, pero no cesaron las capturas de alijos ni se detuvo la introducción ilegal de tabaco, fundamentalmente por mar Además, pasado un tiempo, algunos hombres fuertes retorna ron y cogieron de nuevo el timón de sus negocios.No sólo se mantuvo y se fue recuperando la actividad en torno al tabaco, iniciada con fuerza en los años 1978-1979, sino que comenzó a tomar cuerpo la sospecha de que algunas redes contrabandistas servían también para la introducción de droga. Fuentes del Servicio de Vigilancia Aduanera creen que no son muchos los contrabandistas que apuestan también en el narcotráfico. Por su parte, el gobernador civil de Pontevedra entiende que "no es fácil precisar el alcance de la combinación contrabandodroga", pero añade que "hay financiación común y pagos cruzados y nos consta que algún grupo se dedica fundamentalmente al narcotráfico y pretende lavar la cara con el tabaco, porque el contrabando es algo aceptado en algunos sectores sociales".

La detención el pasado mes de abril del empresario arosano Luis Falcón, significado capo del contrabando, por su presunta implicación en una operación de desembarco de una tonelada de hachís, con conexiones en Euskadi, se reveló como un dato especialmente significativo al respecto.

Las actividades ilegales, con más o menos altibajos, van a continuar, y las labores de control, también. Jorge Parada, que se declara satisfecho del nivel de coordinación entre las Fuerzas de Seguridad del Estado y el Servicio de Vigilancia Aduanera, asegura que la presión proseguirá. "Hay que ir a por ellos", afirma.