La crisis económica derriba al Gobierno yugoslavo
El presidente del Consejo Ejecutivo Federal yugoslavo, Branko Mikulic, presentó ayer por la mañana la dimisión colectiva de su Gobierno ante el presidente de la asamblea federal, Dusan Popovski. Esta renuncia del Gabinete, la primera en la historia de la Yugoslavia socialista, se lleva anunciando desde hace días y. semanas, y tiene como causa más inmediata la grave crisis económica que sufre el país balcánico. El último telediario del jueves en la televisión de Belgrado, terminó con estas palabras: "Si mañana cae algo que no previeron los meteorólogos, serán informados''. Y algo cayó.
La decisión del Gobierno de presentar la renuncia colectiva fue tomada, el 28 de diciembre, a raíz del desacuerdo con el Parlamento sobre el presupuesto para gastos sociales, incluidas Sanidad y Educación. Los diputados no aceptaron los recortes propuestos porque el consejo sindical croata amenazó con una huelga general si se aprobaba. El Gobierno rechazó la modificación del presupuesto debido a los compromisos que Yugoslavia suscribió con el Fondo Monetario Internacional: se hicieron dos reprogramaciones de la deuda externa, de 21.000 millones de dólares.En realidad, el Gobierno de Branko Mikulic fue obligado a dimitir debido a su incapacidad para frenar la inflación, que supera el 250%, reducir la tasa de desempleo (15%) y poner en práctica una consistente política económica contra la crisis.
Falla la estructura
Mikulic se dirigió al Parlamento para explicar que la estructura económica, en la que intervienen la burocracia y los intereses políticos, no permitió la realización de las medidas de estabilización aprobadas en mayo de 1988. "Por el peso de las dificultades provocadas por la crisis económica, social y política", dijo, "se perdieron de vista los verdaderos motivos de la crisis [limitaciones materiales y del sistema que impidieron la superación de los problemas económicos]. De ahí que el Gobierno llegara a identificarse con la crisis".En mayo de 1988 una serie de medidas fue adoptada para combatir la inflación: la liberalización de precios, de importaciones y del tráfico de divisas, y el control de consumo y de salarios. Sin embargo, la inflación aumentó y los salarios reales disminuyeron. "Ninguna ley, ninguna decisión del Parlamento, cuenta mucho en Yugoslavia", dijo Mikulic, "si éstas no complacen a algún poderoso en la política". Sólo con las reformas económicas y radicales se puede superar la crisis, continuó, pero "según se avanza más desacuerdos hay".
La asamblea federal, compuesta por la Cámara federal y la Cámara de las repúblicas y provincias, funciona por consenso. Los diputados representan a los sectores sociales (sindicatos, alianza socialista, etcétera), por una parte, y, por otra, a las asambleas regionales. El Gobierno federal es muy limitado, y su espacio de maniobra es reducido, pues sus diputados responden a la base que les delegó al Parlamento y no son elegidos popularmente. En el ambiente de conflictos técnicos e interregionales, el funcionamiento del Gobierno se puede paralizar, como ahora. Por ello, Mikulic precisó que lo ocurrido es el reflejo de la situación en todo el país y que "la federalización de la Liga de los Comunistas" afectó a su trabajo. El Gobierno seguirá en funciones hasta elegir nuevo presidente. Se barajan varios nombres. El puesto vacante no es muy atractivo, pues se sabe que, sin cambios radicales del sistema parlamentario, ningún Gobierno podrá aumentar su influencia y competencias, a la vez que será un blanco de ataques si los programas económicos fracasan Entre los nombres que se mencionan para sucesor de Mikulic se encuentran Ante Markovic y Stefan Korosec. El primero es miembro de la presidencia de la República de Croacia y conocido como empresario le éxito, ex director de la fábrica Rade Koncar. Korosec es el secretario de la Liga de los Comunistas y fue alcalde de Maribor (Eslovenia). En su discurso ante el reciente pleno del parado hizo hincapié en la necesidad de promover a los empresarios y acercar Yugoslavia, a la CE.
Ayer fueron aprobadas las leyes sobre las empresas y las inversiones extranjeras que serviran de base para la reforma económica.
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