El enfrentamiento con la Generalitat provoca la dimisión de Pérez Casado
El alcalde de Valencia, el socialista Ricard Pérez Casado, presentó a las dos de la tarde de ayer su dimisión de forma irrevocable tras los continuos enfrentamientos con la Generalitat por la política urbanística desarrollada en la ciudad. La actitud de Pérez Casado, que fue secundada por el delegado de Urbanismo, el también socialista Fernando Puente, se produce tras la negativa de la Generalitat a aceptar algunos proyectos contenidos en el Plan General de Ordenación Urbana, que fue aprobado ayer.
Su enfrentamiento permanente con el presidente de la Generalitat y secretario general del PSV-PSOE, Joan Lerma; la alarmante paralización de los proyectos municipales; la falta de financiación suficiente por parte de los gobiernos central y autónomico para el Consell Metropolitá de L'Horta, que agrupa a 44 municipios con una población de más de un millón de habitantes, y las divergencias con varios concejales socialistas han sido las razones esgrimidas por Pérez Casado para presentar la dimisión.La resolución dictada ayer por la Generalitat en el sentido de modificar algunos proyectos previstos en el Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) ha sido el detonante, pero el alcalde de Valencia ya había anunciado su dimisión el día 5 de noviembre si el partido socialista, que controla el Gobierno central y la Generalitat, no garantizaba un apoyo político y económico a su gestión.
La urbanización de una zona cercana al Jardín del Turia y el mantenimiento de dos zonas escolares han sido la manzana de la discordia entre Generalitat y Ayuntamiento. El pleno del Ayuntamiento de Valencia decidió el jueves, por amplia mayoría, respaldar al alcalde y mantener la mayoría de tesis municipales.
En unas declaraciones realizadas a este periódico el mes de septiembre el alcalde de Valencia ya anunciaba los tres requisitos que exigía para continuar al frente del Ayuntamiento: "Dimitiría", señaló entonces, "en el caso de perder la confianza expresa de mi partido, de que fuera imposible un consenso mínimo para abordar el proyecto global de ciudad y si existiera un desdén verificable del Gobierno central y de la Generalitat hacia las necesidades de Valencia y de su área metropolitana". Pérez Casado manifestó ayer a este diario que las tres condiciones se habían cumplido. "Por dignidad personal, dignidad política y por respeto a la ciudad, he dimitido", manifestó.
Aunque la posibilidad de una dimisión de Pérez Casado estaba encima de la mesa desde el pasado 5 de noviembre, el alcalde y Puente entregaron ayer el escrito en el registro de entrada a las dos de la tarde sin comunicar previamente su actitud a la dirección del partido en el País Valenciano. El ya ex alcalde mantuvo una tensa entrevista telefónica con Lerma hacia las cuatro de la tarde.
Lerma prefirió ayer no realizar ninguna valoración de la crisis municipal. Tampoco quiso anticipar si la. alcaldesa en funciones, Clementina Ródenas, será la candidata socialista a la alcaldía.
Sucesión
La dimisión de Pérez Casado abre ahora una grave crisis política en el Ayuntamiento de Valencia, ya que los socialistas no cuentan con mayoría absoluta. El PSV-PSOE tiene 13 concejales; la derecha regional Unión Valenciana, siete; Alianza Popular, cinco; el CDS, tres; Izquierda Unida-UPV, dos; y el Grupo Mixto, tres. Estos tres concejales proceden, dos de ellos, de AP, y el tercero, del CDS.Esta compleja configuración del mapa político municipal concede al CDS la llave de cualquier solución a la crisis abierta en el Ayuntamiento. Sus votos pueden decidir una mayoría de centro-derecha o bien la continuidad de los socialistas en la alcaldía.
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