Astrid Lindgren
La ecologista creadora de Pipi Calzaslargas
Pertenece a una generación admirable de la vida cultural sueca empeñada en desafiar las leyes de la biología y que, traspuesta la frontera de los setenta y los ochenta, continúa fiel a su vocación y sigue creando con la mente y el corazón aún jóvenes. Astrid Lindgren, de 82 años, no sólo tiene tras de sí más de 60 libros, centenares de artículos y ensayos, premios nacionales e internacionales, reportajes, filmaciones, viajes, todo ello en función de su quehacer literario, sino que su viejo amor a la naturaleza, surgido en los lejanos años de su infancia en la granja paterna de Nas, en Vimmerby, al sureste de Suecia, se expresa ahora en su compromiso en la defensa del mundo que habitamos.
Astrid Lindgren, autora de la famosa Pipi Calzaslargas, participa en la actualidad en el debate público sobre fuentes de energía, degradación del medio ambiente, explotación irracional de la tierra y los animales en función de finalidades comerciales.Entre, tanto, su nombre recorre el mundo como una de las más famosas creadoras del difícil arte de escribir para niños, y en Suecia los críticos literarios dedican nuevos estudios a su obra, a desentrañar las claves de un éxito que no conoce fronteras y tiene una dimensión universal.
Tiene tras de sí una infancia especialmente feliz en el seno de una familia armónica que marcó profundamente su vida y una temprana familiaridad con la literatura que iluminó su mundo de fantasía. Su irrupción en el mundo literario se produce un poco tardíamente -publica su primer libro cuando tiene 37 años-. El origen de su obra más famosa, Pipi Calzaslargas, ha sido narrado muchas veces por la autora. Estando su pequeña hija Karin enferma pide a la madre que le cuente una historia de Pipi Langstrump, uno de los nombres más o menos extravagantes que la niña había fabulado e incorporado a sus vivencias. La madre apeló a su vez a su fantasía para complacerla y así fue vertebrando las historias que darían vida a uno de los personajes más famosos de la literatura universal.
En 1944, Astrid Lindgren comienza a trasladar al papel su experiencia de narradora oral sin mucho convencimiento de que algún día viera la luz convertidaen un libro. Cuando envió el manuscrito a la editorial Bonnier, en la carta que adjuntaba expresaba su esperanza "de que no alarmara a las autoridades responsables de la infancia". Era consciente de que el personaje de su historia, Pipi, rompía con los esquemas tradicionales de lo que debía ser una niña de la época. Efectivamente, el manuscrito le fue devuelto. Otro manuscrito, Britt-Mari lattar sitt hjarta (Britt-María alivia su corazón), obtuvo, poco más tarde, el segundo premio en un concurso organizado por la editorial Raben y Sjogron. Estimulada por el éxito, reelaboró su rechazado manuscrito de Pipi y lo envió a un nuevo concurso de libros infantiles organizado por la misma editorial y obtuvo el premio de su publicación. El éxito fue sorprendente y Pipi se transformó en una suerte de ídolo de los niños suecos, primero, y, con el paso del tiempo, de todos los niños del mundo.
Hoy, niños y adultos de un mundo más problemático del que rodeó la niñez de la autora le rinden el mejor homenaje que escritor alguno pudiera desear Y como si el tiempo no transcurriera, Astrid Lindgren continúa su inagotable tarea creadora en la búsqueda de un mundo de paz y fantasía.
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