España solicita a EE UU datos sobre las armas químicas que produce Libia
El descubrimiento por parte de los servicios de información estadounidenses de una fábrica de armas químicas en Libia ha originado una fuerte preocupación en las Fuerzas Armadas españolas, según han señalado fuentes militares en Madrid. De hecho, desde España se ha solicitado a EE UU que aporte datos concretos sobre el tipo de armas y la cantidad de las mismas que se están produciendo en la fábrica situada a unos 60 kilómetros al sureste de Trípoli, la capital libia.
Según datos aportados por el Gobierno de EE UU, Libia está construyendo "la mayor fábrica de armas químicas que la CIA ha detectado hasta ahora". Así se expresó recientemente William Webster, jefe de la citada central de inteligencia. El Gobierno libio ha desmentido la existencia de tal producción y, por el contrario, asegura que se trata de una fábrica de insecticidas y de productos farmacéuticos.La fábrica, construida con el asesoramiento técnico de la firma japonesz Japan Steel Works, ha sido objeto de un nuevo enfrentamiento entre EE UU y Libia. Fuentes oficiales norteamericanas no descartaban esta semana la posibilidad de una acción militar para destruir el centro productivo, mientras que el Gobierno de Libia, por su parte, enviaba el sábado un mensaje a la ONU en el que calificó de "falsas" las informaciones de Washington. Libia agregó que respeta los acuerdos internacionales que prohíben el uso de armas químicas y que está dispuesta a participar en los esfuerzos mundiales para eliminar ese tipo de armas.
En los medios militares españoles consultados, se afirma que los datos aportados por EE UU "parecen correctos" y que, aunque de forma lejana, la existencia de armas químicas en un país del Magreb supone "un claro motivo de preocupación para España".
Colaboración en el Magreb
Al respecto se recuerda que, según el Plan Estratégico Conjunto (PEC), la amenaza más probable para España es la procedente de los países del Magreb (Marruecos, Argelia, Mauritania, Túnez y Libia). En estos momentos, España, que ya ha firmado un acuerdo de colaboración militar con Túnez, se dispone a suscribir otro similar con Mauritania y próximanente lo hará con Marruecos y Argelia.
Sólo Libia, que hace dos años llegó a amenazar con atacar bases españolas usadas por Estados Unidos y con convertir el Mediterráneo en un lago "de sangre y fuego", quedará al margen de esos acuerdos de España con el Magreb. Sin embargo, Libia puede convertirse con esas armas, denominadas las armas atómicas de los pobres, en el país con mayor capacidad ofensiva en el área.
La presencia de armas químicas en la zona supone, además, un claro motivo de preocupación para el Gobierno español -que defiende en foros internacionales la destrucción total de esas armas- por el hecho de que la sociedad civil no cuenta con ningún medio de defensa ante el uso de armas químicas. Sólo alguna unidad de las Fuerzas Armadas dispone de medios contra esas armas.
El segundo jefe del Estado Mayor del Ejército de Tierra, general José Rodrigo Rodrigo, ha declarado a la Revista Española de Defensa: "No veo factible la amenaza nuclear porque la disuasión está funcionando bien. Me preocupa más la guerra química, por lo barata y asequible que resulta, incluso con productos que están en el mercado al alcance de cualquiera y sus resultados son terribles".
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