Rumanía aumenta el "precio" que la RFA paga por cada alemán que quiere emigrar

Rumanía ha logrado aumentar en un 27% el precio por cabeza que cobra a la República Federal de Alemania (RFA) por cada miembro de la minoría alemana al que permite emigrar. Tras largas negociaciones, Bonn ha accedido a pagar 9.900 marcos (unas 650.000 pesetas) por cada ciudadano rumano de origen alemán que Bucarest deje emigrar a Occidente. Hasta la fecha, la RFA pagaba 7.800 marcos. Rumania intentó en principio duplicar esta cifra.Más del 80% de los 150.000 alemanes que habitan desde hace ocho siglos la región de Transilvania quiere emigrar debido a la situación general de miseria existente en Rumania. Los pueblos alemanes en Transilvania y el Banat están quedando inexorablemente vacíos, dada la total desesperación de sus pobladores, que sólo ven posibilidad de futuro en la RFA.

El Ministerio de Asuntos Exteriores de Bonn considera un deber humanitario facilitar la emigración a los alemanes rumanos, dada la situación en que se hallan. El pago de estos rescates es muy controvertido, ya que río deja de ser un apoyo financiero al régimen de Ceaucescu y un "comercio con seres humanos".

Además del dinero que paga directamente la RFA por cada emigrante, éstos se ven obligados por lo general a pagar diversos sobornos a la policía y otras instituciones y llegan a la RFA sin propiedad alguna y frecuentemente endeudados. El pasado año emigraron a la RFA 13.000 miembros de la minoría alemana, por los que Bucarest cobré más de 100 millones, de marcos. "Exportar alemanes es mucho más lucrativo que: exportar cerdos", según un cínico dicho que circula por Bucarest.

El grupo de Romania Libera, asociación de rumanos exiliados, hizo en Budapest un llamamiento a todos los países occidentales a poner fin a todo apoyo al régimen de Bucarest. En respuesta al anuncio oficial rumano de que el país habrá pagado la totalidad de su deuda exterior a finales del próximo año, Romania Libera recuerda las trágicas consecuencias del pago implacable de la deuda, desviando toda la producción de alimentos a la exportación, a costa del sufrimiento de la población. "Los créditos han sido utilizados para una industrialización forzada e irracional, la construcción del canal Danubio-mar Negro, la destrucción de Bucarest y un palacio presidencial". Mientras, mueren niños en las incubadoras por corte de fluido eléctrico y a los mayores de 65 años se les niega asistencia médica por no ser productivos.

En los últimos seis años Rumanía ha reducido su deuda exterior de 10.000 millones a unos 2.500 millones de dólares.