_
_
_
_

Regreso accidentado de dos cosmonautas soviéticos y uno francés a causa de un fallo en un ordenador

Pilar Bonet

VIadimir Titov y Musa Manarov, los dos cosmonautas soviéticos que han batido el récord de permanencia en el espacio con un total de 366 días en órbita, regresaron ayer a la Tierra en compañía del cosmonauta francés Jean Loup Chrétien. El aterrizaje de la cápsula Soiuz que los transportaba sufrió un retraso de tres horas debido a un fallo en el ordenador de la nave, lo que obligó a los cosmonautas a dirigir manualmente la operación. Posteriormente, los equipos de búsqueda tardaron un cuarto de hora en encontrar la nave.

El accidentado regreso de los tres cosmonautas se debió, según Victor Blagov, director adjunto del vuelo, a un fallo en la conexión entre nuevos programas informáticos del control de tierra y los del ordenador de la nave. Los cosmonautas tuvieron que controlar manualmente la cápsula para poder aterrizar tras realizar tres órbitas suplementarias alrededor de la Tierra. La decisión de permitir el aterrizaje manual se tomó ante la eventualidad de que tuviera que retrasarse 24 horas.Titov, de 41 años, y Manarov, de 37, han superado en 40 días el anterior record de permanencia en el espacio (326 días) que se encontraba en posesión del cosmonauta Yuri Romanenko, quien regresó a la tierra en diciembre pasado con síntomas de fatiga.

Paseo del francés

Jean Loup Chrétien es el primer extranjero que ha volado en dos ocasiones con los cosmonautas soviéticos y el primero que sale con ellos al espacio abierto. Su vuelo comenzó el pasado 28 de noviembre en compañía de los cosmonautas Alexander, Volkov y Serguei Krikalev. Ambos se han quedado a bordo de la nave orbital Mir en compañía de Valeri Poliakov, un médico que fue lanzado al espacio el pasado agosto.La nave Soiuz TM-6 aterrizó a las 10.57, hora peninsular española, a 180 kilómetros al suroeste de la ciudad de Czhezkazgan, en el norte de la República soviética de Kazakistán. La temperatura era de 14 grados bajo cero y el personal encargado del control de tierra en el cosmódromo de Baikonur prorrumpió en aplausos cuando la nave tornó finalmente tierra. La existencia de niebla hizo que los helicópteros de búsqueda tardaran más de un cuarto de hora en localizar la cápsula. Posteriormente llegaron los vehículos todo terreno y los dos cosmonautas soviéticos salieron de la cápsula a los 38 minutos del aterrizaje. El francés Chretien permaneció 20 minutos más recogiendo el material de vuelo.

[Las naves Soiuz TM disponen de sistemas de vuelo automático más avanzado que las anteriores, pero han tenido problemas en el aterrizaje en al menos tres ocasiones. La última, cuando en el descenso del anterior vuelo afgano-soviético, el pasado 7 de septiembre, un fallo de los ordenadores hizo que se retrasase el descenso 24 horas. De lo declarado por Blagov se deduce que un programa introducido en los ordenadores del control de tierra para evitar precisamente una avería similar es el que provocó ayer la saturación del ordenador a bordo, informa France Presse.]

Las comunicaciones entre el centro de control y la tripulación de la Soiuz TM-6 se interrumpieron cuando la nave se encontraba a una distancia de entre 80 y 140 kilómetros de la Tierra, lo que es normal, ya que la nave fue envuelta por una nube de plasma. Cuando faltaban 10 kilómetros para aterrizar, se abrieron los tres paracaídas del vehículo.

Una larga permanencia del hombre en el espacio es uno de los objetivos del programa espacial soviético que quiere enviar a Marte un vuelo tripulado en el futuro. El programa espacial soviético se intensificó el pasado noviembre cuando la URSS envió al espacio su primer transbordador, el Buran, que realizó una corta travesía no tripulada.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Sobre la firma

Pilar Bonet
Es periodista y analista. Durante 34 años fue corresponsal de EL PAÍS en la URSS, Rusia y espacio postsoviético.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_