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El escándalo 'Irpiniagate' cuesta el cargo al brazo derecho del primer ministro italiano

Juan Arias

El presidente del Consejo de Ministros de Italia, el democristiano Ciriaco de Mita, ha aceptado la dimisión de su brazo derecho, el subsecretario de la Presidencia y responsable de los servicios secretos, Angelo Sanza, a consecuencia del llamado Irpiniagate, un escándalo en el que se ha acusado al líder democristiano de haberse enriquecido a costa del terremoto que asoló la región de Irpinia. La decisón del jefe del Gobierno ha sido acogida favorablemente en Italia.

Irpinia fue sacudida por un terrible terremoto hace ocho años. Es también la patria chica de De Mita. Mientras el jefe del Gobierno triunfaba la semana pasada en los Estados Unidos, donde se entrevistó con el presidente, Ronald Reagan, y con su sucesor, George Bush, en Italia estallaba el enésimo escándalo. El diario comunista L'Unitá publicó que De Mita se había enriquecido con el terremoto. Se refería al hecho de que el Banco de Irpinia había quintuplicado su potencial económico tras el seísmo y que en él tiene participación, con 40.000 acciones, prácticamente toda la familia del jefe del Gobierno.

De Mita fue duramente atacado también por el director de Il Giornale, Indro Montanelli, viejo enemigo personal del líder democristiano. De Mita respondió con una querella judicial, aunque se le escapó decir que conocía periodistas de ese diario que le habían confesado que Montanelli los censuraba.

En pleno vendaval desatado por las acusaciones, el subsecretario Angelo Sanza, hombre de los servicios secretos y entrañable amigo de De Mita, lanzó la idea de que se trataba de una conjura de algunos sectores de los viejos servicios secretos de Licio Gelli [ex jefe de la logia P-2], que se habíanvuelto a infiltrar en los servicios renovados. Pero dicha afirmación fue como agitar un avispero.

Todos los partidos pidieron que Sanza se presentara ante la comisión sobre los servicios secretos del Parlamento para dar explicaciones. Lo hizo y no pudo presentar pruebas de sus acusaciones. Mientras tanto, Gelli, feliz, en una entrevista al semanario Epoca, afirmaba sarcástico: "Ahora sólo falta que se me acuse también del terremoto de Armenia".

La oposición en pleno pidió la dimisión de Sanza, que éste presentó inmediatamente. Había, sin embargo, gran expectación por saber qué haría De Mita, ya que en Italia se está poco acostumbrados a que un político sacrifique a uno de sus fieles colaboradores sólo porque lo pida la oposición.

Sin embargo, De Mita, apenas regresado de su viaje a Estados Unidos, sorprendiendo a todos, no tuvo dudas y aceptó la renuncia, asumiendo de momento él mismo la responsabilidad de los servicios secretos.

Hoy, el Parlamento italiano debatirá el problema de la reconstrucción de la zona de Irpinia tras el catastrófico terremoto. Según el semanario Espresso, se llevan malgastados ya en aquella zona más de seis billones de pesetas, y, al parecer; en no pocos escándalos de malversación de fondos están implicados amigos de De Mita.

El líder democristiano llega hoy más fuerte ante el Parlamento para afrontar la batalla tras haber aceptado la dimisión de su brazo derecho. Y la defensa de De Mita la hará el ministro Sergio Mattarella, hermano del presidente de Sicilia asesinado por la Mafia cuando preparaba un acuerdo con los comunistas.

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