Andreas Papandreu gana un respiro en el Parlamento griego
El primer ministro griego, el socialista Andreas Papandreu, que se debate desde hace dos meses en una profunda crisis política, ganó el pasado domingo por la noche en el Parlamento un respiro de singular importancia. De 296 diputados presentes, de un total de 300, 156 votaron a favor del presupuesto para 1989, al cual había ligado su permanencia en el cargo.Un total de 138 parlamentanos conservadores, comunistas, independientes y de pequeños grupos de izquierda votó en contra del proyecto. Sólo dos díputados del Movimiento Socialista Panhelénico (PASOK, actualmente en el poder) se abstuvieron.
"Es un mensaje de victoria", dijo Papandreu poco después de la votación, que fue retransmitida en directo por las dos cadenas de televisión. El primer ministro lanzó una llamada al pueblo griego, así como a los diputados y militantes socialistas, para que permanezcan "vigilantes", ya que, añadió, "el intento de desestabilización de la vida política nacional va a continuar".
Aunque Papandreu ha ganado una batalla, aún no ha disipado el malestar que se ha extendido a todo el país. Varios diputados del gobernante partido socialista han declarado públicamente que han votado la confianza que les había pedido su líder, pero que, no obstante, es imperativo avanzar hacia el saneamiento de la vida política.El jefe del partido comunista, Harilaos Florakis, discutió ayer durante dos horas de la situación con el presidente de la república, Christos Sartzetakis, quien, según Florakis, "se plantea muchas preguntas".
Para el conjunto de la,oposición, la victoria del jefe del Gobierno se ha debido al "chantaje" -"o se vota el presupuesto o dimito"- que efectuó el viernes en su mensaje a la nación. El líder de Nueva Democracia (principal grupo de oposición), Constantino Mitsotakis, declaró que los procedimientos de Papandreu "no tienen nada de democráticos" y que todos los diputados socialistas "son ahora cómplices del estado infamante de la vida política".
Los dirigentes opositores deben encontrarse esta semana para decidir una actitud común y forzar al Gobierno a convocar lo antes posible elecciones generales con un sistema proporcional simple.
Papandreu, por su parte, fija el próximo desafío: la discusión, en enero, de una nueva ley electoral que será aplicada el próximo 18 de junio, al final de la actual legislatura. Esta ley aparece como el último intento del primer ministro de dar al PASOK una oportunidad de mantener su influencia política.
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