Cuevas dice que los empresarios protestarán en la calle si se aceptan todas las peticiones sindicales

El presidente de la CEOE, José María Cuevas, asegura que si el Gobierno accede a todas las peticiones sindicales "se puede generar un clima de tensión social, y muchos empresarios harán valer sus protestas en la calle". Puntualiza: "No es la CEOE, sino muchos empresarios quienes entenderán que tienen que utilizar el mismo método de la contestación callejera. Yo, desde luego, no presidiré esos acontecimientos, lo en d no quiere decir que no se puedan producir". Asimismo dice que no se ha comprometido a contratar a 800.000 jóvenes ni cree que el PIan de Empleo Juvenil sea la única fórmula para resolver el paro.

Cuevas acepta que está describiendo una auténtica rebelión de los empresarios y afirma que tiene precedentes en España. "En otros momentos de la vida española", dice, "ya se ha producido. Que se cojan los libros de historia". Cuando se le pregunta de qué época, responde: "De los años 33, 34, 35 y 36". Otras consecuencias que prevé son "dificultades económicas". "La inflación aumentará", indica, "y se puede paralizar el proceso de inversión en las empresas".En declaraciones a EL PAÍS, el presidente de la Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE) afirma: "Aceptar todo lo que piden los sindicatos supone retirar los Presupuestos Generales del Estado de 1989", ahora en los últimos trámites parlamentarios, y considera que el giro social lo ha hecho ya el Gobierno "con su proyecto de presupuestos". En su opinión, no se ha entendido que son "los más expansivos desde 1976" y, según sus cálculos, el 70% de lo que va a crecer el producto interior bruto (PIB) se va al sector público para aumentos de prestaciones sociales, sanidad, pensiones y para inversiones de infraestructura.

Lo más preocupante para Cuevas es que entiende que "las centrales han puesto en marcha un bloqueo de la vida política, usando la inmunidad sindical que les reconoce la ley". A él le parece una irresponsabilidad que se diga que el paro general del día 14 ha sido una prueba de madurez de la democracia. "Lo que se ha producido", afirma, "es un toque de queda porque ha primado el miedo. La seguridad se ha logrado porque la inmensa mayoría de los trabajadores ha renunciado al ejercicio de su libertad y se ha quedado en su casa".

Piquetes de empresarios

A su juicio, es un mal precedente y "si esto no se pone en su sitio y es democrático violar las leyes para que no se mantengan los servicios esenciales de la comunidad, cualquier grupo social puede defender sus intereses con este procedimiento". Se pregunta si "alguien va a poder deslegitimar a las organizaciones empresariales si deciden cerrar sus empresas o salir a la calle con piquetes informativos".

El próximo día 22 Cuevas irá a La Moncloa y expondrá al presidente del Gobierno esas consideraciones. No le ha extrañado que los dirigentes sindicales se nieguen a acudir a la entrevista porque "es lo mismo que llevan diciendo año y medio". Sí critica que argumenten que esos temas no interesan a los empresarios, porque, por ejemplo, las empresas pagan el 70% del seguro de desempleo y de la Seguridad Social. "Una vez más", añade, "en las centrales está pesando la crispación y el conflicto más de lo debido. Eso, sin duda, acabará trasladándose a las organizaciones y a las empresas en el proceso de negociación colectiva". El dirigente empresarial coincide con el Gobierno en que las centrales desde hace año y medio no quieren negociar nada. "Están en la vía de la imposición y el chantaje sindical", añade.

Critica actuaciones del Gobierno, especialmente la política de subvenciones y de transferencias que se está haciendo. En concreto, cuando el PSOE elaboró el primer borrador del Plan de Empleo Juvenil, su respuesta fue: "Los sueldos de los trabajadores los pagan las empresas; no se pueden pagar con cargo a los Presupuestos del Estado".

Por primera vez reconoce que el Plan de Empleo Juvenil no es ninguna panacea y afirma: "Yo nunca me he comprometido a contratar 800.000 jóvenes ni a ningun número de trabajadores, ni tampoco ha sido nuestra la propuesta del contrato de inserción para jóvenes".

Asegura Cuevas que la CEOE se ha limitado a responder a una petición del Gobierno, diciendo que va a facilitar que los jóvenes se incorporen a la vida del trabajo. En este punto responsabiliza a los sindicatos "de haberse negado a discutirlo", pero no defiende el contrato de inserción como fórmula exclusiva y única de resolver el problema del paro juvenil, un proyecto que nadie ha visto. Si se retira el contrato de inserción él lo sentirá en el caso de que no se sustiya con fórmulas sugestivas y eficaces.

Ni CEOE ni las empresas pueden aceptar compromisos concretos de empleo porque en España hay una una economía de mercado. Argumenta Cuevas que los empleos se están creando en función de un proceso de inversión. "Quien está defendiendo esas soluciones", añade, "a continuación tiene que tener la valentía de decir: hay que planificar la economía, como ha dicho ya el señor Anguita. Pues bien, ese es el sistema bolchevique, el que ya recomendó don José Stalin al señor Largo Caballero en 1934, cuando era jefe de Gobierno".

Control a los especuladores

Reconoce que en el paro general del día 14 han influido muchos actores como "el alarde, excesivo y, me atrevería a decir, poco moral de beneficios basados en operaciones de especulación". Re flama al Gobierno "que se empiecen a discriminar fiscalmente los beneficios desvinculada, de la economía real y que no se van a destinar a procesos de inversión". Pide que se traten legal, fiscal y socialmente de forma diferente unos y otros beneficios.

El presidente de CEOE se ha quejado ante el propio jefe del Gubierno de que "organismos oficiales y dependientes de la autoridad económica hayan contribuido a la creación de ese clima, mediante alardes fabricados". "Y al mismo tiempo dicen", añade, "que no se pueden subir los salarios más de un 3% porque peligra la inflación. Esa es una de las enormes contradicciones e irracionalidades de estos últimos meses".

Reconoce que ha habido una torpeza evidente en ese alarde sobre los beneficios y un clima de euforia exagerado, disparado desde los propios ambientes oficiales, que la CEOE define como euforia coyuntural.

Pese al dramatismo de sus afirmaciones, Cuevas comenta con humor: "Fíjese si han cambiado las cosas en este país que yo he acabado en la hoguera con don Felipe González y don Alfonso Guerra".