"La voz de una joven pedía auxilio"

Los primeros equipos de socorro que llegaron a las zonas afectadas por el terremoto de Armenia del pasado miércoles quedaron desconecetados por la amplitud de la tarea a cumplir y sobre todo por la falta de medios y la ausencia de coordinación de los auxilios, según los testimonios recogidos en la capital de esa república soviética, Eriván.Gaik Ovian, chofer de la agencia de viajes oficial Inturist, partió el jueves por la mañana, de servicio, a Spitak, ciudad próxima al epicentro del terremoto, que quedó totalmente destruida. "Cuando llegué", relata, "parte de una calle había sido despejada por bulldozers. Se veía un inmueble de cinco plantas totalmente destruido. La voz de una joven pedía auxilio. Cavamos con estacas. Tres mujeres y una pequeña de 9 años estaban vivas bajo los escombros. Pudimos alcanzarles agua y algo de comer pero fue necesario esperar la noche y la llegada de una grúa para rescatarlas. Entre tanto, habíamos juntado una decena de cuerpos sin vida encontrados en las inmediaciones".

Hannah Grighorians, joven armenia de Estados Unidos que estudia en Eriván, recuerda: "Al caer la noche en Leninakán vimos los primeros supervivientes totalmente desamparados. No sabíamos donde ir, qué hacer. Fueron ellos quienes nos guiaron. Nadie dirigía las tareas de rescate en el lugar. No había coordinación".

Los primeros equipos de salvamento que llegaron de Eriván a Leninakán, segunda ciudad de Armenia, eligieron como prioridad las escuelas, "para salvar a los niños".

De los ocho establecimietos escolares que hay en la localidad, sólo uno resistió a la sacudida.

"En el Instituto de Informática había 250 estudiantes en el momento de producirse el terremoto. Hemos encontrado cinco vivos", cuenta la joven Hannah.