La alta musicalidad de Yepes y Ros Marbá
Hay que elogiar siempre en Antoni Ros Marbá la calidad y originalidad de sus programas. El maestro barcelonés no practica la demagogia como lo evidenció la antipopularidad, en principio, de su último concierto con la Sinfónica de Radiotelevisión Española celebrado en el Monumental el pasado jueves.Estaba Narciso Yepes como solista, un nombre no sólo prestigioso sino de extensa popularidad, pero no tocaba ni el Concierto de Aranjuez ni la Fantasía de Rodrigo, sino una página difícil, sin halagos sonoros ni formales y profundamente introvertida: el Concierto de Mauricio Ohana, escrito en 1950, ampliamente reformado después y estrenado por el mismo Yepes en Londres en 1961 bajo el título de Tres gráficos para guitarra y orquesta.
Orquesta Sinfónica de RTVE
Director: A. Ros Marbá. Solista: Narciso Yepes, guitarra. Obras de Maderna, Ohana, Benguerel y Britten. Monumental Cinema, 8 de diciembre.
Ya he escrito sobre lo que esta obra supone no sólo como invención guitarrística, sino como introspección en las más escondidas galerías de lo jondo. No sé si, aparte la Fantasía bética, de Falla, existe una penetración análoga en la poética musical de la Andalucía primitiva.
La idea del gráfico como forma procede sin duda de García Lorca y su Poema del cante jondo, nacido, no lo olvidemos, bajo los entrañables auspicios de Manuel de Falla. Hay en la obra de Ohana algo que está también en Lorca: un sentido ritual al que obedecen la farruca, la siguiriya o la bulería. De ahí que la idea de lo circular sustituya a la dialéctica de lo sucesivo y lineal. (De otra manera, el Bolero de Ravel sigue esta teoría ritual del círculo, como han demostrado sus grandes coreógrafos.)
Rito y expectación
La música parece caer siempre sobre un mismo punto, de igual modo que toda la ornamentación del cante jondo rodea una nota pivote. A esta expresión de rito y expectación colabora la orquesta, rica en percusiones, desnuda y tremendamente dramática, de Mauricio Ohana, envolvente y distanciada, con respecto a la guitarra. Narciso Yepes tocó los Gráficos de modo magistral, tanto que detaIlar cualquier aspecto sería casi minimizar la exigencia del concepto. Ros Marbá creó el clima necesario y el éxito fue claro.La Sinfónica de RTVE, a las órdenes de Ros Marbá y con la colaboración solista del concertino invitado, Gerard Hettema, y del oboísta Jesús Corral, ofrecieron una limpia y luminosa versión de la Music of gaity, del italiano Bruno Maderna (1920-1973), recreación lúcida de cinco motivos de virginalistas ingleses escrita en 1969. También parte del viejo tronco histórico, culto y popular, Xavier Benguerel (Barcelona, 1931) en sus Raíces hispánicas, circundadas, más que transformadas, por los sonidos de una orquesta actual y rica de matices. Los interludios marinos de la ópera Peter Grimes, de Britten, pusieron fin al concierto. La lección de Ros Marbá fue, como siempre, la de la más alta musicalidad junto a una sonoridad orquestal bella y bien afinada.
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