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50.000 litros de aceite industrial, vertidos a una depuradora y a la cuenca del Jarama

La depuradora de aguas residuales de Alcobendas y San Sebastián de los Reyes y una parte de la cuenca del Jarama han sufrido serios daños a consecuencia del vertido de 50.000 litros de aceite industrial usado, mezclado con gran cantidad de alquitranes, en los colectores que terminan en la citada depuradora y en el arroyo de la Vega y el río Jarama. Los vertidos fueron realizados en la madrugada del pasado 25 de noviembre por una empresa del polígono industrial de Alcobendas de la que no se ha facilitado el nombre.

Fuentes consultadas de la estación depuradora, dependiente del Canal de Isabel II, han indicado que, tras las investigaciones realizadas por sus propios técnicos, ya se conoce la identidad de la empresa responsable del vertido, pero se negaron a dar su nombre. Sólo se ha facilitado el dato de que está situada en el polígono industrial de Alcobendas.Uno de los técnicos declaró: "Yo personalmente seguí el rastro de los vertidos hasta llegar a la industria de Alcobendas que los estaba realizando, pero no conozco su nombre porque no figuraba ni estoy autorizado a darlo". Por su parte, un portavoz del Canal de Isabel II comunicó ayer que, dada la jornada festiva, no fue posible localizar a ningún responsable que pudiera aportar datos acerca de la entidad responsables de los vertidos.

El vertido, que constituye un grave delito ecológico, se realizó en la madrugada del pasado 25 de noviembre, desde las tres hasta las siete, de acuerdo con las estimaciones de Emilio Dorado, técnico de Medio Ambiente del Ayuntamiento de Alcobendas.

Los empleados de la depuradora detectaron la recepión de aceite una hora después de que se iniciara el flujo, y a fin de evitar el paro de la instalación por un período estimado de dos meses optaron por desviar parte del vertido al arroyo de la Vega. Ello ha causado problemas importantes de contaminación en el cauce del arroyo y en la cuenca del Jarama. Existe un plan municipal para recuperar las márgenes del arroyo que se verá retrasado por estos vertidos.

La misma fuente ha asegurado que, en virtud de este hecho, la actuación no obedece a un descuido o imprudencia, sino que se trata de "algo incomprensible e injustificable".

Todas las fuentes consultadas han calificado de elevados los daños ocasionados por el vertido, aunque ignoran su cuantía exacta porque todavía se están evaluando. De acuerdo con el departamento de Medio Ambiente de Alcobendas, "algunos de los daños ya no tienen arreglo posible".

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Agresiones habituales

La agresiones al medio ambiente por parte de las industrias son algo habitual en la Comunidad de Madrid. En fecha tan reciente como septiembre de este año, la Agencia de Medio Ambiente elaboró un censo con datos de al menos 100 empresas que vertían sus desechos industriales a los arroyos y ríos madrileños sin ningún tipo de depuración. El mismo informe daba cuenta de la existencia de al menos 300 pozos negros, o fosas sépticas, en los que se arrojan residuos industriales tóxicos sin control sanitario ni medioambiental alguno. Con cierta frecuencia se han producido mortandades de peces en los ríos Henares, Jarama y Tajo, e incluso el propio Insalud fue denunciado en diciembre de 1987 por arrojar al río Henares las aguas residuales de su lavandería, durante tres semanas.

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