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La OTAN pide a Moscú que aplique la 'perestroika' a su potencial militar

Andrés Ortega

Los ministros de Defensa de la OTAN hicieron ayer en Bruselas un llamamiento directo a la Unión Soviética "para que aporte a su potencial [militar] los cambios que corresponden a su política oficial". No obstante, el comunicado final de la reunión del Comité de Planes de Defensa (DPC) afirma que los ministros "se felicitan de las señales alentadoras de cambio que se han constatado en las orientaciones de la Unión Soviética bajo el liderazgo de Gorbachov" citado así, por su nombre, en un comunicado oficial de la OTAN, "y de algunos otros países del Pacto de Varsovia".

ENVIADO ESPECIAL

"Hay posibilidades de relaciones mejores y progresivamente más estables entre Este y Oeste", agrega el documento. "A pesar de la intención que manifiesta por ir hacia una doctrina más defensiva, la Unión Soviética mantiene un formidable dispositivo, nuclear y convencional", se añade."Sus fuerzas siguen modernizándose a un ritmo sostenido e impresionante; están estructuradas y desplegadas para operaciones defensivas", recalca el comunicado.

Los ministros afirman además que no han constatado una reducción del esfuerzo militar en la Unión Soviética, que sigue absorbiendo, según este texto, de un 15% a un 17% del producto nacional bruto soviético (frente a una media de un 3% en la OTAN).

El secretario general de la organización atlántica, Manfred Worner, aseguró que la Alianza Atlántica "está interesada en un cambio fundamental de las relaciones entre Este y Oeste, no sólo en el terreno militar sino principalmente en el político".

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Mayor estabilidad

La víspera, el presidente del Comité Militar, general Wolfgang Altenburg, había insistido en que el objetivo del control de los armamentos no era sólo el desarme numérico, sino también la creación de una mayor estabilidad".

La Organización del Tratado de Atlántico Norte está ahora a la espera del cambio de Administración en Washington y de las próximas propuestas que haga Mijail Gorbachov.

Ésta era la última reunión atlántica en la que participa como secretario de Defensa de Estados Unidos Frank Carlucci, para el cual, por su papel en las negociaciones con España para el convenio bilateral y para las directrices de la contribución a la OTAN, tuvo elogiosas palabras para el embajador español, Jaime de Ojeda.

Si la víspera los ministros habían aprobado un documento sobre el reparto de la carga en la OTAN, el comunicado final de la reunión no menciona objetivos cifrados de crecimiento del gasto militar, hablando más bien de "lograr los recursos adecuados para la defensa y utilizarlos con la mayor eficacia posible'".

El DPC, sin embargo, adoptó una serie de decisiones que inciden directamente en este reparto de la carga, especialmente entre Estados Unidos y algunos países europeos, como fue la creación de una nueva fuerza mixta para el flanco norte de la Alianza, (en la que participarán Canadá, Estados Unidos, Reino Unido y Noruega), la puesta en marcha de un estudio sobre una fuerza multinacional para el frente central, las directrices españolas, y un techo de 4.300 millones de dólares para los proyectos comunes de infaestructuras.

El Ala Táctica 401

Por encima de este techo, se añadirán los gastos, a sufragar por la Alianza, del traslado del Ala Táctica 401 norteamericana de Torrejón a Crotone (Italia).

Los nuevos cálculos norteamericanos prevén que el coste de la operación se va a elevar a unos 800 millones de dólares entre 1989 y 1994, es decir, 300 millones más de lo previsto hace unos meses. Estos 800 millones de dólares suponen un 10% de los 8.000 que tiene previsto gastar la Alianza Atlántica en el programa de infraestructura durante seis años.

El desembolso comenzará el año próximo con una partida de 100 millones de dólares destinados a la primera fase del programa. En 1990 se facilitarán otros 100 millones, 120 durante los siguientes tres años y se concluirá con 120 millones en 1994.

El encarecimiento de la operación podría deberse al auge del precio de los terrenos en Crotone, entre otros factores. Para los próximos dos años, los ministros aprobaron una partida en este sentido de 320 millones de dólares.

Participación española

El ministro español, Narciso Serra, consideró posible la participación de España en la cobertura de estos gastos. El Gobierno español podría aportar entre un 3%. y un 6%. del coste total, pero este tema no se negociará hasta que se aborde el capítulo de la contribución de España al comité de infraestructura de la OTAN.

Carlucci hizo una exposición de los planes presupuestarios del Pentágono. Tras una reducción de los gastos en términos reales en los últimos cuatro años, Carlucci pide un aumento para el año próximo del 2% en términos reales. Ello, dijo, bastaría para asegurar el mantenimiento de las fuerzas norteamericanas en Europa, dijo, dando a entender que de otro modo peligraría dicha presencia.

El ministro de Defensa de la República Federal de Alemania (RFA), Rupert Scholz, planteó el proyecto de su Gobierno de reducir la intensidad de las maniobras terrestres y aéreas en su país, lo cual plantea un problema de gran envergadura para la Alianza Atlántica.

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