Gutiérrez: "Tras el día 14 lo único que hay que disolver es la política económica"
El movimiento sindical ha sido demasiado paciente con el Gobierno, según el líder de CC OO
Antonio Gutiérrez no considera la hipótesis de que la huelga general fracase. Sus datos indican que va a ser masiva. Cree que el éxito debe provocar la disolución de la política económica, no del Parlamento, y ve muy positivo que la simple convocatoria del paro haya servido para que el Gobierno hable de recuperar el diálogo social. No obstante, la protesta se va a mantener porque, según el secretario general de Comisiones Obreras, "el movimiento sindical ha sido demasiado paciente con el Gobierno de Felipe González".
Pregunta. ¿Qué va a pasar el día después de la huelga general?Respuesta. Dos días después hay una gran manifestación, en la que vamos a abrir dos vías. Una, el emplazamiento al Gobierno para una auténtica negociación, para modificar la política económica y aceptar lo que se nos ha rechazado en las mesas de negociación. La otra vía que se abre es la profundización de la unidad sindical.
P. UGT está recogiendo en las asambleas un mensaje: habéis tardado mucho en convocar un paro general. ¿Qué está detectando CC OO?
R. El que se haga ese tipo de reflexiones es algo que honra a UGT, porque efectivamente el movimiento sindical ha sido demasiado paciente con el Gobierno de Felipe González. Se ha aplicado de manera implacable una política devastadora en el terreno del empleo, de las pensiones o la cobertura a los parados, incrementado cada vez más las desigualdades sociales y el contraste abusivo entre beneficios empresariales y condiciones de vida y trabajo. Esta movilización podía haber sido útil y necesaria cuando empezó a fraguarse la confluencia estratégica entre el Gobierno y la patronal después de la firma del Acuerdo Económico y Social, defraudando a la propia UGT, que lo firmó con buena voluntad.
P. Si la huelga es un éxito, ¿queda deslegitimado el Gobierno, y Felipe González debe ser sustituido como ha afirmado Julio Anguita?
R. Yo lo he escuchado atentamente, y Anguita ha dicho que la que queda deslegitimada es la política económica y social, no el Gobierno. Si la huelga es un éxito, lo único que hay que disolver no son las Cámaras ni otras cosas con las que se amenaza a la población, sino la política económica.
P. ¿Las mismas personas pueden hacer una política diferente?
R. Hay personas que están ya demasiado comprometidas en la actual política económica y demasiado polarizadas frente a los sindicatos. De todas formas, en mi escala de valores coloco los contenidos por encima de las personas.
Descontento social
P. ¿Obedecen a una estrategia los ataques del PSOE, que se dirigen casi en exclusiva a la dirección de UGT?
R. Sí, obedece a una estrategia premeditada del PSOE, que pretende desnaturalizar el verdadero alcance del descontento social, queriendo dar la impresión que todo se limita a una pelea familiar y más en concreto entre personas relevantes de esa familia. Pero hasta en eso se equivocan, lo que han conseguido no es lo que perseguían, provocar desgarros en los sindicatos y en la UGT. Lo que han logrado es una mayor unidad en las dos centrales.
Alternativa a González
P. ¿Quién puede rentabilizar el descontento social como alternativa a Felipe González?
R. El descontento que se materializará el 14 de diciembre lo rentabilizarán los mismos que lo protagonizan, los sindicatos, diversos colectivos, una sociedad entera que quiere la democracia en este país y que está harta de que se gobierne de espaldas a esas aspiraciones populares. Lo que pase en otros ámbitos de la vida política no corresponde a los sindicatos. Para nosotros, yo no lo oculto, sería deseable que, para asegurar más la profundización de la democracia, hubiese un componente de izquierdas más importante en las instituciones parlamentarias, pero esto no es más que un deseo que corresponde cristalizar a quienes se mueven en el campo estricto de lo político. Desde los sindicatos nos planteamos que ese descontento social no se convierta en frustración y menos en resignación, y que sirva de aldabonazo al actual Gobierno para que cambie su política y su actitud.
P. ¿Cree que dentro del PSOE hay alguna alternativa?
R. En partidos y direcciones de partidos tan personificados yo no me aventuro a hacer análisis. La actual dirección del PSOE hace las veces de partido escoba al servicio del Gobierno, y no creo que allí se genere ninguna alternativa a Felipe González.
P. ¿Ni siquiera Redondo?
R. Nicolás Redondo está ejerciendo de manera encomiable el papel que le corresponde como líder sindical, y creo que ha dado pruebas más que sobradas de que sus objetivos no trascienden del mundo sindical.
P. ¿Se le está dando un voto de castigo a Felipe González?
R. Creo que Felipe González y su Gobierno, más que un voto de castigo, que queda para otros molineros, se merecen un toque de atención muy serio por parte de la mayoría de la sociedad.
P. Ese toque de atención ¿se puede trasladar a las urnas?
R. Han sido muy torpes al meterse con Comisiones Obreras, porque en el movimiento sindical hay un porcentaje elevadísimo de voto al PSOE. Hasta ahora está claro que el descontento social hacia la política económica y el comportamiento con los sindicatos no ha tenido un reflejo en las urnas, pero será bueno para la democracia y para la reorientación más progresista del PSOE que haya un fortalecimiento de las fuerzas de izquierda.
P. ¿Cree que UGT y CC OO van a ir juntos el Primero de Mayo?
R. Siempre apuesto por el Primero de Mayo unitario. De todas maneras, este año se pudo ver con menos dramatismo porque lo celebramos por separado, pero en absoluto divididos.
P. ¿Le ha dado usted el abrazo del oso a Redondo?
R. En absoluto, entre otras cosas porque es fisicamente más fuerte que yo.
Recuperar el diálogo
P. Si el Gobierno no reacciona con la huelga general, ¿qué va a pasar?
R. Ya está acusando el golpe. Las cosas no van a ser igual después del 14-D. Eso quiere decir que el presidente del Gobierno tiene en sus manos que tras el 14-D se recupere el clima de entendimiento aceptando las propuestas de los sindicatos o, por el contrario, ser él quien tensione todavía más la vida social y cree nuevos conflictos.
P. ¿Os valen como interlocutores Espina o Chaves?
R. No nos vale ninguno de ellos. Si se quiere de verdad reanudar el diálogo, que quede bien claro, lo debe hacer el presidente del Gobierno.
P. ¿Qué puntos son prioritarios para que se recomponga el diálogo social?
R. Ante todo nos preocupa la política de empleo. Temas inmediatos son la retirada del contrato de inserción para jóvenes, examinar los efectos desastrosos de la ley de pensiones y revisar el sistema público de protección para parados. En política de rentas, creemos que una forma de asegurar la demanda interna es mejorar el poder adquisitivo y una política antiinflacionista que no se base en recortar los salarios, sino que actúe en los oligopolios, los tipos de interés y los canales de comercialización, que han tenido la manga ancha de todos los Gobiernos.
P. ¿Cuánto dinero hace falta para esas reivindicaciones?
R. No hemos hecho una cuantificación. Es un ejercicio engañoso en un país que tiene recursos, donde han aumentado los beneficios de una manera escandalosa. Todos los recursos que se empleen en una política real de empleo serán rentables para este país.
P. Quince días después del 14-D, González asume la presidencia europea. ¿Hay un programa de movilizaciones?
R. No hay una estrategia premeditada. Sí hay voluntad firme de los sindicatos de seguir un proceso sostenido de movilizaciones si no se atienden nuestras reivindicaciones.
P. Parece que esta guerra no va con los empresarios.
R. No, lo que ocurre es que los empresarios están en una cómoda retaguardia facilitada por el Gobierno.
El primer éxito
Pregunta. ¿Qué posibilidades hay de que la huelga no se realice?Respuesta. Ninguna, pero no por falta de voluntad de los sindicatos, sino porque cada día estamos viendo que el Gobierno vuelve a dar razones para convocarla y mantenerla. Las ofertas ambiguas de diálogo no tienen ninguna credibilidad cuando hace sólo un mes han estado arruinando las mesas de negociación. Ellos mismos reconocen la legitimidad del paro cuando la sola convocatoria les lleva a hablar de diálogo. Es el primer éxito de la huelga. Sin embargo, para que de verdad pueda haber un cambio en la política económica hay que realizar el paro del 14 de diciembre. Cambios en las declaraciones verbales los hemos tenido muy numerosos en los últimos años. Cambios en los comportamientos los ha habido, por ejemplo, tras una gran movilización en la enseñanza.
P. El Gobierno va cediendo poco a poco, como en la última reunión de Chaves con las JJ SS.
R. Lo que han hecho es renovar un decreto que había acabado en junio por el cual se subvencionan los contratos indefinidos y que no soluciona nada mientras se siga ofreciendo a los empresarios contratos eventuales también subvencionados. Las JJ SS no han logrado nada, ni siquiera excluir del contrato de inserción a los jóvenes con titulación universitaria.
P. ¿El Gobierno está potenciando una tercera vía sindical?
R. Más que tercera vía, parece que pretende tener sindicatos cucaracha, que cuando le molesten los pueda aplastar. No sólo por lo que está haciendo, sino por lo que vemos en el Programa 2000, donde declaran abiertamente que los sindicatos existentes no les valen.
Subvenciones
P. Temen que se cierre el grifo de las subvenciones a los sindicatos.
R. No tenemos ningún temor, porque ya hemos hecho el esfuerzo necesario para depender de nuestros propios recursos. Pero si el Gobierno, que ha sido un cicatero con los sindicatos y especialmente con Comisiones, intenta venganzas mezquinas, estamos dispuestos a que se convierta en un problema de libertades sindicales.
P. ¿Es cierto, como afirman los dirigentes del PSOE, que se va a recurrir a la violencia para que el paro general sea un éxito?
R. Por la boca muere el pez. Los únicos que están recurriendo a las coacciones y a esgrimir el espantajo de la violencia son el PSOE y el Gobierno. Contamos con provocaciones más o menos inducidas por quienes se comportan de manera irresponsable (dirigentes del PSOE, el propio Gobierno, autoridades gubernativas ... ), y estamos preparados para impedir que nadie pueda caer en ninguna provocación. No va a haber por nuestra parte ningún gesto violento, por la confianza que tenemos en que la huelga va a ser masiva.
P. El Gobierno parece empeñado en evitar la huelga general.
R. Cuanto más se empeña en evitarla, más la alimenta. Los gestos del Gobierno sirven para crear malestar en colectivos que en principio no tenían una relación directa con el paro.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.