Rafael Suñol y Gregorio Martín, nombrados nuevos consejeros de FECSA

Rafael Suñol y Gregorio Martín se incorporarán al Consejo de Administración de Fuerzas Eléctricas de Cataluña, SA (FECSA), según acordó ayer el máximo órgano de la sociedad. Suñol entra en el consejo oficialmente a título personal, pero otras fuentes aseguran que representará al Banco Español Central de Crédito. Rafael Suñol, que es consejero ejecutivo del Banco de Fomento, filial del Banco Central, ya había sido nombrado consejero de FECSA el pasado mes de febrero en representación del Banco de Crédito Industrial (BCI). Recientemente había abandonado este consejo al dejar la presidencia de la entidad pública.

Gregorio Martín representará a Cajamadrid, entidad que también ha participado en la solución de la crisis financiera de la compañía eléctrica. El consejo aprobó el nombramiento de un total de siete consejeros, cinco de los cuales ya habían trascendido. Se trataba de Alfredo Pastor, presidente de ENHER, en representación de Endesa; Rafael Llopis, consejero de Hidroeléctrica de Cataluña del grupo Hidrola; José Luis Sampedro, director de Planificación y de Finanzas de Iberduero; Isabel Gabarró Miquel, en nombre de La Caixa; Ramón Raventós, en representación del Banco Hispano Americano, Josep Maria Xercavins, director regional de Cataluña del Banco Español Central de Crédito y Luis Escauriaza por el BCI.Por otra parte, la dirección de FECSA acordó ayer realizar nuevos cortes de suministro en varias localidades de Lérida, como Tremp y Tárrega que afectan a viviendas de empleados de la compañía ferroviaria, por falta de pago de los consumos de electricidad. También dejaron sin suministro un despacho de billetes de la estación de Tarragona, según fuentes de FECSA.

Para los próximos días están previstos nuevos cortes en el departamento de paquetería de algunas estaciones de Barcelona, Villafranca del Penedès y Montcada y Reixac.

FECSA reclama un total de 3.000 millones de pesetas por los consumos efectuados desde julio de 1987. El contencioso entre Renfe y FECSA se inició en marzo de 1987 cuando la compañía eléctrica cortó el servicio por falta de pago. El gobernador civil obligó a reconectar y el 31 de julio de aquel año Renfe pago lo que adeudaba, que ascendía a unos 2.000 millones.