Las críticas del tribunal
El sistema de liquidaciones de FSE, lento y burocratizado, ha sido criticado duramente por el Tribunal de Cuentas de la CE en un informe específico publicado en mayo de este año. En todo caso, la "herencia del pasado superaba el presupuesto del FSE para 1986; se trataba de una situación teórica de quiebra", afirma un colaborador de Marín. El esfuerzo de gestión se concretó en un plan de saneamiento a tres años, "concebido como un reto de credibilidad para la propia CE".La labor de purga sobre los 14.000 informes pendientes dio efectos inmediatos. De ese total de 405.000 millones de pesetas de impagados, algo más de la mitad (216.000 millones) fueron finalmente liquidados. El resto fue anulado. Una parte importante de ese ahorro, 114.000 millones se reutilizó en otros proyectos pero las arcas de la CE se beneficiaron de 70.000 millones que al final no se gastaron. La diferencia final, de algo más de 5.000 millones de pesetas, se diluyó en variaciones de cambio de las monedas.
Inspección sobre el terreno
La comprobación de justificantes y las inspecciones realizada sobre el terreno, afirman fuentes de los servicios de la Comisión Europea, permitieron denegar la liquidación y, en algunos caso exigir el reintegro de los anticipos pagados. De la carga del pasado, un 45,5% no estaba justificado o correspondía a proyecto que no se habían iniciado. En ranking del incumplimiento figuran todos los países comunitarios, aunque destacan naciones como Italia y Holanda a la hora de no presentar comprobantes o de ser incapaces de demostrar que se cumplieron los objetivos para los que fue concedida la ayuda. La Comisión Europea decidió hace seis meses no dar publicidad al fraude.
La carga del pasado no afecta a España, que comenzó a recibir estas ayudas en 1986, a raíz del ingreso. En 1986 le fueron concedidos 48.286 millones de peseta un 14,10% del total. En 1987, la cuota ascendió al 14,39% y 65.467 millones. Esta participación ascendente en la financiación del FSE, que refuerza la pretensión del Gobierno de hacer un país en formación profesional, se ha reforzado este año en el que las ayudas suman 70.000 millones de pesetas y representan el 15,60% del total. La CE financia la mitad de los proyectos.
El balance del primer año refleja un grado de incumplimiento de casi el 25%, "explicable por tratarse del primer año", según fuentes de la CE. En lo que respecta a 1987, España dejó sin justificar el 18% del total de los proyectos aprobados, lo cual sitúa a nuestro país por debajo de la media de la CE (21%), "peor que la RFA o el Reino Unido pero mucho mejor que Italia".
La anécdota ha residido en esta ocasión en que, con la excusa de una sobrecarga del calendario por parte del gabinete de Jacques Delors, muy celoso de que nadie pueda restar protagonismo al presidente, Marín ha tenido que solventar con encuentros restringidos con periodistas la publicación de los resultados.
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