Uno de los intermediarios del secuestro de Revilla se contradice ante el juez

Iñaki Aseguinolaza, uno de los intermediarios que negociaron con la organización terrorista ETA el rescate del industrial Emiliano Revilla, contradijo en su declaración de ayer ante el juez Carlos Bueren el testimonio que él mismo había prestado la semana pasada. Aseguinolaza había implicado en su primera declaración a los abogados Iñaki Arregui y José Antonio de la Hoz Uranga, este último ex jugador de la Real Sociedad, de haber mantenido reuniones con él y los hermanos Txomin y Vicente Estrada en un hotel de San Sebastián para acceder a ETA.

Aseguinolaza negó ayer estos extremos y a la salida del juzgado aseguró a los periodistas que ni Uranga ni Arregui habían intervenido en la mediación. "Pongo la mano en el fuego", agregó.Antonio Revilla, hijo del secuestrado, que acudió a la Audiencia a acompañar a Aseguinolaza, fue convocado en ese momento para que acudiera esta mañana a declarar.

Aseguinolaza, que no estuvo asistido de abogado en su primera convocatoria, se presentó ayer con el letrado Carlos Cuenca. Insistió en que no había rectificado nada, sino simplemente aclarado algunos extremos, como que sólo habían participado en las negociaciones los hermanos Estrada, Rafael Aguirre y él.

Precisó que ha sido intermediario en los secuestros de Guzmán y de Revilla y recalcó que los 25 millones que faltan de los 750 que entregó la familia Revilla como primer pago del rescate debe de estar en poder de la policía francesa o el juez señor Legrand.

Aseguinolaza puntualizó que desconoce la mediación del industrial Francisco Arratibel, ya que su intervención concluyó el 14 de junio de 1988, cuando tuvo que marcharse a Inglaterra por orden de ETA. Agregó que él nunca ha cobrado cuando ha tenido que actuar de mediador, ni siquiera sus gastos.

Miguel Gil, ex miembro de la delegación de Hacienda en Soria, que actuó de intermediario para la familia Revilla y que declaró ayer ante el juez Bueren, se quejó ante el magistrado de haber sido utilizado como "señuelo", como "conejillo de indias". El ex funcionario, conocido como el Sordo, aseguró que nunca ha mantenido contactos con miembros de ETA, y que mientras era señalado como mediador de la familia para despistar otras personas negociaban realmente.

Inspectores de policía, por orden del juez, le hicieron fotografías para que pueda ser identificado por otros testigos. Gil afirmó que había acusado a los Estrada y Aseguinolaza ante el juez de haber cobrado por su mediación en el secuestro de Revilla. "Todos han mentido", dijo. "Yo soy el más interesado en que se sepa la verdad", recalcó.

Francisco Arratíbel, acusado en algunos medios de haber cobrado 75 millones de pesetas por su intervención en el secuestro de Revilla, ratificó su declaración de la semana pasada. Arratíbel ha negado en reiteradas ocasiones haber negociado el rescate.