Se vende
Ha bastado que Macosa le pusiera el cartelito de se vende a sus terrenos del Pueblo Nuevo junto a la futura Villa Olímpica. El valor ha olido de inmediato la línea de remonte según los mejores usos del eufemismo bursátil: 3,5% arriba. El reflejo de las plusvalías en la actualización de balance rejuvenece las arterias financieras de esta sociedad. La segregación de sus activos industriales se revela ahora eficaz incluso para aquellos accionistas que no pudieron ejercer su disidencia y que esperaban una bonificación que puede llegar por la vía del valor de la acción. No es la primera vez en este mercado que el factor inmobiliario le pone alas al mobiliario. En la ciudad de los prodigios olímpicos, tocar la Villa aunque sea en los lindes, es como besar el santo.
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