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El 'mercado común' con Estados Unidos, decisivo en los comicios de ayer en Canadá

El voto de los indecisos decidió ayer el resultado de las elecciones generales canadienses, donde no sólo se elegía el nuevo Gobierno y el primer ministro, sino que se decidía también el acuerdo de libre comercio entre Canadá y Estados Unidos, auténtico referéndum de estos comicios federales.

Aunque las últimas encuestas daban ventaja al partido conservador en el poder -Promotor del polémico acuerdo-, los mismos sondeos mostraban que muchos electores -hasta un 30% según la consultora Reid- sólo se decidirían en el último momento. El factor emotivo y sentimental en torno al nacionalismo canadiense, y el temor a la destrucción de su cultura en aras de una mayor integración económica con EE UU, han sido la clave de la campaña, y decidirán el resultado final.Los 17,5 millones de votantes pudieron acudir a las umas desde las nueve de la mañana hasta las ocho de la tarde local, pero los resultados no se supieron hasta la medianoche, hora de Ottawa (nueve de la noche en la provincia occidental de Columbia Británica; seis de la madrugada del martes hora peninsular española). Aunque el frío y las primeras nevadas afectaban a todo el país, se esperaba un alto índice de participación, del orden del 75%. En total se presentaban 1.574 candidatos para elegir un Parlamento (Cámara de los Comunes) de 295 escaños, 13 más que en 1984.

Agresividad dialéctica

La campaña electoral duró hasta la misma noche del domingo, con el mismo tono de acritud y agresividad dialéctica que han mantenido los tres candidatos en las siete semanas de gira por toda la nación. Una violencia política centrada en el polémico acuerdo de libre comercio con EE UU, que en diez años acabaría con todas las barreras arancelarias integrando las dos economías en el mayor mercado común del mundo industrializado.El Partido Progresivo Conservador del primer ministro Brian Mulroney, inspirador del acuerdo que firmó con Ronald Reagan el pasado 2 de enero, ha basado su campaña en ensalzar las ventajas que representará el libre acceso de los productos canadienses al mercado de 270 millones de consumidores estadounidenses.

La oposición, representada por el Partido Liberal de John Turner, y el Partido Nuevo Democrático, de centro-izquierda, que preside Edward Broadbend, rechaza el acuerdo de libre cambio por entender que sólo beneficiaría a los grandes grupos económicos y a las multinacionales canadienses y, por contra, supondría una sería amenaza para el mantenimiento de la identidad canadiense. Entre el 35% que las encuestas dan a los liberales, y el 20%-25% a los neodemócratas, se puede apreciar que políticamente el 60% de los canadienses se oponen al acuerdo. Según las encuestas, el rechazo es de un 43%.

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