Manifestación de porcicultores extremeños ante Agricultura

Más de 200 ganaderos extremeños de porcino se manifestaron ayer ante el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación como medida de protesta por la situación en que quedará el sector en esta comunidad autónoma tras la declaración de la mayor parte de España libre de peste porcina. Los ganaderos piden la eliminación de la frontera en Extremadura o el establecimiento transitorio de ayudas especiales.

Convocados por las organizaciones CNAG y Jóvenes Agricultores, así como por la Asociación de Criadores de Cerdo Ibérico, los ganaderos extremeños decidieron en los últimos días una campaña de movilizaciones en defensa de soluciones aceptables para esta producción. Una de las primeras medidas se centraba en la manifestación de Madrid donde, durante varias horas, protestaron ante el Ministerio de Agricultura, para cuyo titular Carlos Romero, solicitaron insistentemente su dimisión. Los ganaderos soltaron varios animales a las puertas del departamento que fueron cerradas durante dos horas para evitar que los animales entrasen en el edificio. Aunque en un primer momento se había negociado una entrevista con un alto cargo del ministerio para escuchar sus reivindicaciones, al final no hubo reunión y los ganaderos se dispersaron por la plaza de Atocha donde hubo suelta de animales. Los ganaderos extremeños, de acuerdo en este punto con la propia Junta de Extremadura, se oponen a que se establezca una frontera roja para delimitar una zona de la peste porcina desde la provincia de Salamanca hasta Huelva.

Frontera

En opinión de los ganaderos, esto supone un trato discriminatorio en relación con el resto de los países de la Comunidad, donde la normativa se aplica para cada foco que se produce. Los porcicultores extremeños señalan que, en los últimos tres años, se ha reducido en gran medida la peste al pasar de más de un millón de hectáreas afectadas a focos con una extensión de sólo 75.000 hectáreas en los últimos meses. Según los datos manejados por los ganaderos y la Junta de Extremadura, fijar la frontera supone la imposibilidad de vender producto vivo fuera por valor de unos 7.000 millones de pesetas por año. En medios de Agricultura se considera que ha sido ya un triunfo muy importante eliminar de un golpe la frontera de los Pirineos para situarla en Extremadura. Por otra parte, todavía están pendientes de negociación las condiciones en que se realizará el comercio en estas zonas cuando no haya focos de peste.Los ganaderos, tienen prevista una entrevista en los próximos días con Francisco Fernández Marugán para recabar apoyo a sus reivindicaciones.