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Miro, del sueño a la realidad

Una exposición muestra el período en que el pintor catalán cambió radicalmente su trayectoria artística

La Fundació Miró inaugurará el próximo jueves la exposición Impactes. Joan Miró: 1929-1941, muestra que completa la visión de la etapa formativa del pintor catalán iniciada con la exposición Joan Miró: anys 20. Mutació de la realitat, presentada en 1983. "El espíritu de la muestra es explicar un momento de la trayectoria artística de Miró sin la que no puede entenderse su posterior producción", explicó a este diario Rosa María Malet, directora de la Fundació Miró y comisaria de la muestra. La exposición incluirá 80 cuadros procedentes de colecciones privadas y de museos de diversos países, carnés, más de 40 dibujos y una selección de la obra gráfica del artista procedente de los fondos de la fundación barcelonesa. El 75% de las obras que se expondrán no ha sido nunca vista en Barcelona.

La idea de realizar esta exposición, que no tendrá continuación, surgió a raíz de la muestra Joan Miró: anys 20. Mutació de la realitat, organizada por la Fundació Miró para conmemorar el 90 aniversario del pintor catalán. Rosa María Malet vio en esa exposición una posibilidad de continuación. "Vi claramente", recuerda la comisaria de la muestra, "el discurso que podía establecerse a partir de aquella muestra que presentaba el momento en que Miró iniciaba la aventura de crear un lenguaje propio".Entusiasmada con la ideal Malet profundizó en la vida y la obra de Miró durante la década de los años treinta e inició conversaciones con coleccionistas privados y museos de todo el mundo para conseguir en préstamo las obras más significativas de esta etapa para el montaje de la exposición.

Al inicio de los años treinta, Miró entró en una etapa de crisis. "Es una etapa crítica constructiva que inicia un nuevo período en su trayectoria artística", dijo Malet. En plena crisis de expresión, el artista se cuestiona la validez de su pintura y llega a manifestar en una entrevista concedida a Tériade y publicada en L'Intransigeant que quiere "asesinar la pintura".

"Esta frase es muy significativa para darse cuenta del momento en que se encontraba Miró", asegura Malet. "Yo creo que todo se inició en 1928, cuando el pintor realizó un viaje a los Países Bajos y vio las pinturas de los maestros holandeses del siglo XVII. En ese momento se dio cuenta de que todo lo que estaba efectuando ya se había hecho 300 años antes y se cuestionó todo su trabajo".En aquel momento Miró se refugió en técnicas ajenas a la pintura. "Buscó nuevas vías de expresión sin abandonar totalmente la pintura", explicó la comisaria de la muestra. Las alternativas las encontró en el dibujo, el collage y la escultura, y usó nuevos soportes como el cobre, el conglomerado y el fibrocemento. A todo esto hay que añadir también un cambio de estilo cuando, tras un tiempo de dedicación al teatro diseñando decorados, pinta de nuevo. El mundo onírico del sueño y la poesía de los años veinte desapareció y dio paso a un mundo realista, en algunos casos agresivo, con elementos como la mujer, los pájaros o los insectos, que a partir de entonces se repitieron en sus obras".

El 75% de las obras que se exhibirán no han sido vistas nunca en Barcelona. "Son piezas clave de esta etapa de Miró sin las que no hubiera podido realizarse la exposición", dijo Malet. Entre las piezas que se expondrán figuran La natura morta del sabatot, propiedad del Museo de Arte Moderno de Nueva York; La dona en revolta, del Centro Georges Pompidou de París; cuatro piezas de la serie Constel.lacions, y la Sèrie Barcelona completa, propiedad de la fundación.

Guerra y orden

Superada la crisis en la que Miró se cuestionó la validez de su obra pictórica, el inicio de la guerra civil llevó al pintor a sentir una profunda reprobación por estos hechos, que se tradujo plásticamente en Natura morta del sabatot y La dona en revolta. Este estado de ánimo continuó en el pintor con el estallido de la II Guerra Mundial, época en que pintó El vol d'un ocell damunt la plana y la serie Constel-lacions, culminación de este período.Fue en el mes de enero de 1940 cuando Miró, instalado con su familia en Varengeville (en la costa de Normandía, Francia), inició esta serie, pintando la primera pieza, que lleva por título La sortida del sol, y la terminó en septiembre de 1941, en Mallorca, con El pas de l'ocell diví.

Las 23 piezas que componen esta serie, pintadas directamente sobre papel sin realizar previamente dibujos preparatorios, tienen una iconograrla común -los astros, la mujer y los pájaros-, en la que parece que el pintor intenta representar el orden del cosmos. En la exposición estarán presentes cuatro piezas, una de las cuales, la titulada L´étoile matinale, fue donada a la Fundació Miró en 1986 por la viuda del pintor.

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