Acentuado el contencioso agrícola entre la Comunidad Europea y Estados Unidos

Los contenciosos agrícolas entre EE UU y la Comunidad Europea (CE) "persisten y tienden incluso a incrementarse", y, concretamente, la llamada guerra de las hormonas en la carne tiene serias probabilidades de estallar a partir de enero. Éste es el balance pesimista que hizo ayer el comisario europeo de relaciones exteriores, el belga Willy de Clercq, al término de dos días de conversaciones mantenidas en la capital belga con el responsable del comercio norteamericano, Clayton Yeutter, y el secretario de Agricultura, Richard Lyng.El origen del conflicto es la prohibición por la CE de la venta e importación de carne con hormonas a partir del 1 de enero próximo, con la que se pretende proteger la salud de los consumidores europeos, pero que impedirá en la práctica las exportaciones de EE UU, que, según los ganaderos, ascienden al equivalente de 17.250 millones de pesetas al año.

La directiva comunitaria, cuya entrada en vigor fue retrasada un año a causa de las presiones de Washington, es, según dijo ayer Yeutter, "incongruente e indefendible". "La prohibición europea carece de fundamentos científicos porque nuestra carne obedece a las normas reconocidas internacionalmente", y a renglón seguido mencionó los críterios de la FAO, la organización mundial de la salud, que depende de la ONU.

En consecuencia, Washington tomará a partir de enero represalias, aprobadas el 24 de diciembre pasado por el presidente Ronald Reagan, consistentes en aumentar hasta el 100% el arancel al que están sometidas exportaciones comunitarias a EE UU por valor de 17.652 millones de pesetas. Yeutter dio a entender que, por primera vez, podría utilizar además una disposición de la ley de comercio recién aprobada que permite inspeccionar la carne europea destinada a EE UU, y el valor de los productos penalizados ascendería a 50.600 millones de pesetas.

Si se confirma la primera hipótesis, España sería el cuarto Estado miembro más perjudicado, después de Italia, Alemania Occidental y Dinamarca. Su exportación más afectada serían las tripas para salchichas (1.415 millones de pesetas), seguidas por las conservas de tomate (1.242 millones) y las bebidas alcohólicas con graduación inferior al 7% (138 millones).

Los europeos tienen, a su vez, listas una serie de sanciones que, por ahora, abarcan exportaciones norteamericanas al Viejo Continente por valor de 41.550 millones de pesetas, cantidad que podría ser revisada al alza si se confirma que el castigo de la Administración de Reagan rebasará finalmente los 50.000 millones. Para evitar, no obstante, poner el pie en el engranaje de la espiral de las represalias y antirrepresalias, De Clercq propuso a sus interlocutores hacer dos concesiones.

Éstas consisten, según diversas fuentes, en excluir de la prohibición la carne para animales y aumentar la cuota de importación a Europa de carne norteamericana de gran calidad, pero el propio De Clercq reconoció ante la Prensa que "esta solución política ( ... ) no había sido muy bien acogida".

El único acuerdo alcanzado entre ambos negociadores es que Yeutter dará su respuesta a De Clercq sobre su propuesta antes del martes, para que los ministros de Asuntos Exteriores de los doce, que se reunirán en Bruselas a principios de semana, puedan, si la contestación norteamericana es negativa, aprobar las represalias.