_
_
_
_
_

Mendoza, Aurtenetxe y Núñez consideran que se dramatiza en exceso la violencia en el fútbol

Ramón Mendoza, Pedro Aurtenetxe y Josep Lluís Núñez, presidentes del Real Madrid, Athlétic de Bilbao y Barcelona, respectivamente, comparecieron ayer ante la comisión del Senado que estudia la violencia en el deporte. Tras pedir disculpas por sus inasistencias anteriores, los dirigentes de los tres grandes señalaron que la violencia en el fútbol es mínima y que se está dramatizando en exceso. Mendoza afirmó que no existe "violencia profunda", Aurtenetxe señaló que es el fútbol "el que sufre también la violencia social" y Núñez dijo que las sociedades anónimas "agravarán el problema".

Más información
El ministro Semprúm y el premio Nobel

Tras las intervenciones de los portavoces de los distintos grupos, la comisión del Senado que estudia la violencia en el deporte se abrió ayer con la intervención de Ramón Mendoza, presidente del Real Madrid, que justificó sus ausencias anteriores por un viaje a Polonia y otro "que ya tenía programado". Mendoza afirmó: "Me preocupa la dramatización que se está produciendo en España en lo relativo a la violencia en el fútbol, porque este deporte parece que se está convirtiendo en el pariente pobre de la sociedad. Parecería así que la violencia no existe más que en el fútbol, cuando, por ejemplo, la pasada semana, con esto de las litronas, las discotecas y demás, ha habido muertos. Y que yo sepa, el único muerto en el fútbol ha sido Quinocho, el gerente del Celta de Vigo, como consecuencia de una violencia exterior. No existe violencia profunda en el fútbol, y la que hay se produce casi siempre fuera de los estadios, incluido el Bernabéu, salvo el día del Bayern".Mendoza sostuvo esta opinión incluso cuando un senador le recordó que uno de sus propios jugadores, Hugo Sánchez, pudo haber fallecido al recibir el pasado año un botellazo en la cabeza en el campo del Sestao: "Lo que quedó claro fue que Hugo no resultó herido por un ultrasur, un grupo con algunos de cuyos miembros sólo he dialogado una vez para hacer lo que hace el Gobierno, la reinserción social. Lo que quiero decir es que es muy dificil evitar una salvajada como la de Sestao porque un bestia siempre puede aparecer entre 20.000 o 70.000 personas. Y, además, el juez no hizo mucho caso del tema porque el salvaje salió a la calle en seguida. Y la calle no es nuestra, de los presidentes de clubes, sino un problema que compete a las autoridades gubernativas y policiales". El presidente madridista criticó algunas actitudes policiales en los estadios, entre otras la presencia de perros porque, según dijo, "es peligroso que pasen otros animales a los estadios aparte de los bestias que tiran botellas".Juicio pendiente

Al hilo de todo ello, Mendoza recordó que el Real Madrid tiene pendiente incluso un juicio porque se niega a readmitir a dos aficionados violentos que fueron expulsados del club como socios y a los que el juez obliga a su readmisión. Uno de los senadores pidió al presidente madridista copia de estos expedientes.

Pedro Aurtenetxe, presidente del Atlilétic, señaló en su intervención: "El fútbol es un reflejo lógico de la realidad social. La sociedad actual está impregnada de violencia y falta de tolerancia por las frustraciones de las nuevas generaciones que no tienen asegurado su asentamiento social. Este fenómeno sociológico, que no deportivo, me permite asegurar incluso que los espectáculos futbolísticos no sólo no generan violencia sino que son víctimas de esa realidad social".'Ultras' políticos

Refiriéndose a los ultras del Athlétic, los llamados Herri Norte y Abertzale Sur, que han causado algunos problemas sobre todo en recientes finales de Copa, Aurtenetxe dijo: "Hemos tenido conversaciones con ellos tratando de que se limiten a apoyar, y te dicen en las reuniones que sí, que muy bien, aunque luego eso no se cumple a veces. Nuestra afición es ruidosa, pero no genera violencia salvo cuando es tratada con una óptica política. En ese caso sí que puede haber altercados".

Josep Lluís Nuñez, por su parte, afirmó que la solución del fútbol "no está en las sociedades anónimas", y añadió: "Con ellas aumentaría la violencia porque no se puede jugar con los sentimientos de unos aficionados como, por ejemplo, los del Barcelona, porque para ellos el Barça es más que un club". Núñez negó las acusaciones que un senador recordó había hecho hace tiempo Javier Gómez Navarro, secretario de Estado para el Deporte, en el sentido de que los dirigentes del fútbol generaban violencia con sus declaraciones: "Lo que ocurre es que los presidentes de clubes de fútbol vivimos sometidos a una presión semanal mucho mayor y más intensa incluso que la de los políticos".

El presidente del Barcelona recordó, por último, las medidas que había adoptado su club: "El Barcelona dividió su estadio en pequeñas zonas para un máximo de 500 aficionados en sus gradas más conflictivas; se instalaron vídeos para identificar a los alborotadores; no se expenden bebidas en envases duros ni almohadillas con mucho peso que puedan lanzarse al campo, y tenemos previsto ocupar casi todas las gradas con localidades de asiento porque está comprobado que la capacidad violenta de un espectador sentado es inferior a la del que está de pie".

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_