Juan Cuéllar encabeza la novillería por número de actuaciones y trofeos

Juan Cuéllar encabeza el escalafón de novilleros y es además el que más orejas ha cortado en la temporada 1988. También brillaron Enrique Ponce, que causó sensación en las dos actuaciones que tuvo en Madrid, así como José María, Plaza y Antonio Posada. Los triunfos de Cuéllar en todas las plazas, incluida la de Las Ventas, no le sirvieron, sin embargo, para mejorar sus contratos.

El caso de Cuéllar es un ejemplo más de las injustas estructuras que dominan la fiesta y hacen que se pierdan muchos de los excelentes novilleros de la época actual. Cuéllar, que obtuvo el mejor promedio en la relación actuaciones / trofeos (2), explica con amargura su situación: "Soy de los pocos novilleros que no pagan por torear porque me parece injustísimo dar dinero por jugarte la vida. Eso me ha impedido entrar en los carteles de las ferias, pero no pienso cambiar". Lo normal es que las novilladas se organicen bajo la ley del 33%, que consiste en que los espadas aportan al empresario la tercera parte de las habituales pérdidas de estos festejos tan cargados de impuestos como las corridas de toros.En plazas de primera categoría los mejores promedios los obtuvieron el ya doctorado Niño de la Taurina (0,85), Antonio Posada (0,80), inédito en Las Ventas, y José María Plaza (0,75), que también cortó orejas en Madrid. El jovencísimo Enrique Ponce hubo de conformarse con vueltas al ruedo en este coso, tras dos actuaciones apoteósicas en las que falló con la espada y que le dejan con un enorme crédito para 1989.

Después de Cuéllar, el mejor promedio general es el de Miguel Rodríguez (1,8), aunque no actuó en plazas de máxima categoría. Domingo Valderrama y Antonio Punta, triunfadores en Sevilla, no confirmaron sus posibilidades en Madrid. Pepe Luis Martín tampoco pasó de detalles en su presentación madrileña, aunque logró éxitos importantes en plazas del sur y en su Ronda natal. Aparicio, que cuenta con muchísimos seguidores, se limitó a demostrar su gran clase en algunos momentos, aunque no se entregó a tope nunca, muy en su objetivo de tratar de ocupar algún día los puestos que dejarán Curro Romero y Paula. Rehuyó las plazas de primera categoría, a excepción de Sevilla.