Berlín alerta a Madrid contra la burocracia cultural
La actual capital de la cultura europea firmó un acuerdo de cooperación con su sucesora de 1992
PEDRO MONTOLIÚ "Si la cultura se planifica en exceso puede nacer la burocracia cultural", opina Eberhard Diepgen, de 46 años, alcalde gobernador de Berlín Oeste, ciudad que este año es capital cultural de Europa. Diepgen estuvo esta semana en Madrid para firmar con el alcalde Juan Barranco un acuerdo de amistad y cooperación entre Berlín y Madrid. En él se recoge que ambas ciudades intercambiarán informaciones y elaborarán un programa de trabajo especial para 1992, año en que la capitalidad cultural pasará a ser ostentada por Madrid. Diepgen, tras la firma del acuerdo, expresó sus deseos de que Madrid se beneficie de la experiencia berlinesa y evite así cometer ciertos errores.
Pregunta. ¿Cómo se planteóBerlín la capitalidad cultural, como una proyección hacia el exterior o como una oportunidad de aumentar la infraestructura cultural de la ciudad?Respuesta. Pienso que todas las ciudades que han ostentado esta categoría habrán tenido esa discusión. No creo que deba elegirse un extremo u otro. En Berlín, durante este año, hemos organizado grandes exposiciones sobre el arte contemporáneo o sobre los orígenes de la cultura europea, y se han creado talleres de trabajo sobre áreas muy diversas. Hemos intentado también conseguir una importante cooperación internacional. Nos interesaba que participara Europa entera, no sólo Europa occidental, lo que suponía una postura política adicional. Todo ello debía hacerse manteniendo los eventos culturales normales como el Festival de Cine, las semanas culturales o la semanade teatro.
P. ¿Realizaron también inversiones en infraestructura?
R. Como es lógico, también aprovechamos para mejorar la infraestructura cultural existente. En este sentido hay que tener en cuenta que Berlín celebró en 1987 el 750º aniversario del nacimiento de la ciudad. La continuidad de ambos acontecimientos sirvió para realiza obras de ampliación y mejoras de las instalaciones culturales. Se construyó, por ejemplo, un edificio complementario para la orquesta filarmónica, se creó un nuevo recinto de exposiciones en un barrio obrero y recuperamos una antigua fábrica abandonada hace años, para crear en ella, en colaboración con la Universidad, un centro tecnológico al que se dotó también de una sala de exposiciones. Conseguimos así recuperar el edificio y combinar ciencia, cultura y creación de empleo.
Descentralización
P. ¿Con qué planteamientos se hicieron las inversiones?
R. En Berlín intentamos evitar la concentración cultural, por eso decidimos no cargar demasiado el año con grandes eventos y combinar los actos con un trabajo cultural descentralizado. Creo que la Administración en Madrid está más centralizada a pesar de la actual tendencia de su Ayuntamiento. Los distritos berlineses gozan de un mayor margen de autonomía, por lo que siempre han tenido mucha infraestructura cultural. Por ello, hace cin co años nos planteamos en qué medida podía y debía intensificarse esa infraestructura. La rehabilitación de la ciudad sir vió para crear centros culturales adicionales y para establecer instituciones culturales en los distritos, lo que ha logradocierto nivel de descentralización en este campo. Hay que tener en cuenta que los movimientos alternativos no surgen a la sombra de los museos, sino que nacen en los patios interiores de aquellos barrios conunas características demográficas específicas. Por eso pusimos un acento aquí, regamos un poco allá, pero sin planificar todo, pues hay que tener cuidado. Si la cultura se planifica en exceso puede nacer una burocracia cultural.
P. ¿Cuál fue el papel de los talleres culturales?
R. El programa de los talleres no encontró el interés del gran público, aunque sí el de los artistas. Queríamos crear algo permanente, una cooperación entre artistas que continuara en los próximos años, además de mostrar simultáneamente el actual panorama artístico. Los talleres basaron su trabajo en la actividad de los artistas jóvenes, con lo que captamos las nuevas tendencias, las más recientes. Es cierto que no pudimos recoger la totalidad de las corrientes artísticas actuales, pero sí una muestra bastante amplia. Partimos de la idea de que había que provocar la diferencia entre los artistas para a través de ese reto potenciar la actividad cultural.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.