España acelerará el proceso de integración agraria en la Comunidad Europea

La Administración española defenderá una integración total de la agricultura española en el marco comunitario, a un ritmo superior al marcado en el Tratado de Adhesión a la Comunidad Europea, según han señalado responsables del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación durante un seminario con la Asociación de Periodistas de Información Económica. Según el presidente del FORPPA, Vicente Albero, con la mirada puesta en 1992, España defiende un mercado con precios únicos sin excepciones y se opone a todo tipo de renacionalización de la política agraria común.

Por su parte, el ministro de Agricultura, Carlos Romero, ha señalado el deseo del Gobierno de acelerar el proceso de adhesión de España a la Comunidad durante el período de la presidencia en el primer semestre del próximo año.Según manifestaciones del ministro de Agricultura, en ese período van a ser dos los grandes objetivos marcados por la Administración española: el equilibrio entre los doce y la integración plena del sector agrario en la CE En opinión del titular español, en el seno de la Comunidad Europea persiste todavía una forma de hacer política agraria con los vicios del pasado, donde cinco países, y especialmente Francia y la República Federal de Alemania, marcaban el desarrollo de la CE.

El objetivo de España en este período es contribuir a que la Comunidad Europea ajuste sus reglas a una agricultura de doce miembros, con importante peso mediterráneo; a que las decisiones tengan un cierto equilibrio y que los calendarios de reglamentos se ajusten a las producciones de estos países, lo que significa adelantar varios meses su negociación.

Avanzar

Por otra parte, la Administración española quiere avanzar lo más posible en una aceleración de nuestro proceso de integración en la Comunidad Europea más allá de lo previsto en el Tratado de Adhesión. Carlos Romero entiende que el acuerdo fue un instrumento que se concibió como un arma defensiva tanto por algunos países comunitarios como por España.Fruto de ese temor fueron los mecanismos complementarios de intercambios, los montantes, calendarios, contingentes, etcétera.

Hoy, pasados casi tres años, el Ministerio de Agricultura entiende que se han superado casi todos aquellos miedos, que las producciones han aguantado bastante bien a ambos lados de la frontera, que los intercambios no han supuesto graves sobresaltos y que estamos en definitiva en condiciones de acelerar ese proceso de integración eliminando al máximo las barreras, aunque se sigan teniendo en cuenta problemas concretos de algunos sectores más sensibles.

Frente a quienes profetizaron grandes desastres para el campo, Carlos Romero entiende que la integración ha ido bien y prueba integración ha ido de ello son los sectores como el vacuno, la leche y el ovino.

Como ha señalado en otras ocasiones, el ministro de Agricultura pretende que algunas de las cuestiones de mayor interés para España se resuelvan antes de la presidencia española del Consejo de Ministros, que se inicia a primeros del próximo año. Estos son los casos del porcino y los frutos secos.

En porcino se mantienen las negociaciones para declarar a España libre de peste porcina, salvo en una amplia zona de siete provincias. Los puntos actualmente en discusión son los siguientes: sistema para delimitar las zonas excluidas. España defiende que sea por focos y no por provincias. Sistema de incorporación futura de nuevas provincias a la zonas libres y los sistemas para el tráfico interno de la carne de cerdo desde las zonas que no queden excluidas.

En frutos secos, Carlos Romero entiende que lo importante, por el momento, es lograr un reglamento aunque no sea el mejor pero que constituya un punto de partida para seguir negociando.

El ministro de Agricultura tiene claro que no se puede apoyar una política de abandono de tierras en un mundo rural donde la emigración y la desertización son graves problemas. Sobre este mismo asunto, el presidente del Instituto de Reforma y Desarrollo Agrario (IRYDA), Jesús Arango, señaló la poca importancia que en su opinión tiene el reglamento del abandono, si no se le tiene en cuenta dentro del conjunto de medidas estructurales y de apoyo a las rentas que se deben aplicar en el futuro.

Problemas

Entre los principales problemas planteados por España ante su presidencia figura el adelanto de las negociaciones de precios y varias cuestiones pesqueras internacionales, como reparto de cuotas si no llega a un acuerdo la presidencia griega, estructuras pesqueras y negociación de once importantes acuerdos internacionales.Carlos Romero señaló que la reforma del mercado de las grasas debería ser abordado bajo una presidencia mediterránea.