Recelos ante las barreras de 1992

Hay cierto temor en la URSS ante la Europa de 1992, especialmente si se crean nuevas barreras arancelarias. Para Viacheslav Sychev hay que avanzar en la cooperación entre la CE y el CAME, pues el aumento de las relaciones económicas "creará una atmásfera de confianza", fundamento a su vez de nuevas relaciones que llevarán a una reducción de la confrontación militar. Un observador occidental se preguntaba cómo es posible profundizar estas relaciones económicas sin un rubio convertible. En este sentido quedan aún por concretar muchas medidas económicas en la URSS.Si Nicolai Afanasievsky consideró que el futuro de Europa sólo se puede construir qon una "actividad creativa conjunta", él y otros soviéticos defendieron también la creación de un sistema común de transportes y de energía en Europa y una red europea de televisión de alta definición. Naturalmente, no se olvida la protección del medio ambiente. Para Alekxei Glujov, director adjunto del Departamento de Cooperación Humanitaria y Derechos Humanos del Ministerio soviético de Exteriores, "la casa común europea tendrá mucho que hacer en el terreno humanitario".
En un claro intento de equiparación, los soviéticos hablan de crear unos cimientos jurídicos unificados para Europa y hablan de la "comunidad jurídica europea".
¿Es esta idea de casa común europea una doctrina Monroe a la soviética? No, replican sus proponentes. Quizá al final sólo sea una etiqueta más que se ha lanzado. El miércoles, en Pravda destacaba un artículo sobre un debate sobre la casa común. No se refería a la europea, sino a la soviética, con su centenar de naciones y nacionalidades y con problemas que ahora salen a la luz. Afanasiev se muestra, sin embargo, convencido de que la creación de esta casa común europea tendrá efectos positivos sobre la, situación del mundo entero y transformará las relaciones internacionales.
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