Radicalización

Una vez más, el Estado hebreo se encuentra profundamente dividido ante unas elecciones legislativas. Durante la campaña electoral, Simón Peres solicitó a los israelíes que le otorgasen su confianza para negociar un compromiso territorial en Cisjordania y Gaza con una delegación jordano-palestina bajo los auspicios de una conferencia internacional. El dirigente laborista no ha logrado este mandato para la paz. Sensibles a los argumentos de una derecha para la cual la seguridad de Israel supone el mantenimiento de un enfrentamiento estratégico al hostil mundo árabe, han elegido a Isaac Shamir. Esta opción contará con la desaprobación del rey Hussein de Jordania, que, "cediendo a los discretos llamamientos" de Simón Peres, se decidió a intervenir en su favor.La actitud de la derecha israelí debilitará la posición de los partidarios del realismo y la moderación en el seno de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP). A 10 días del inicio en Argel de un Consejo Nacional Palestino anunciado como decisivo, la organización de Yasir Arafat puede ver en el inmovilismo de Israel la coartada ideal para verse autorizado a rechazar una vez más la cuestión fundamental, pero dolorosa, de reconocer la existencia de un Estado judío. Decepción también en Washington, que había optado claramente por los laboristas. Sea demócrata o republicano, el próximo presidente norteamericano no encontrará en Jerusalén al interlocutor esperado.

, 3 de noviembre