Los sindicatos oficiales se unen a Solidaridad para evitar el cierre de los astilleros Lenin

El anuncio del cierre de los astilleros Lenin de Gdansk, hecho público el lunes por el Gobierno de Mieczyslaw Rakowski, provocó ayer una reacción sin precedentes en la situación política polaca al anunciarse la unidad de acción del sindicato ilegal Solidaridad, los sindicatos oficiales (OPZZ, Acuerdo Nacional de Sindicatos) y la dirección de la empresa en contra de la decisión gubernamental.

La plantilla de los astilleros Lenin de Gdansk, cuna del sindicato independiente Solidaridad, y la oposición polaca en general, han dado un plazo de seis días al Gobierno del primer ministro Mieczyslaw Rakowski para que reconsidere su decisión de cerrar esta instalación industrial. La plantilla de los astilleros; Lenin celebrará el martes una nueva concentración y decidirá en ella nuevas formas de protesta si el Gobierno persiste en cerrar las instalaciones.La dirección de Solidaridad y la de los sindicatos oficiales lograron convencer a los sectores obreros partidarios de ir de inmediato a la huelga de que esta actitud sólo favorecería al Gobierno. El Gobierno reiteró ayer su "disposición a abrir la mesa redonda" de negociación con la oposición en los próximos días. Walesa aseguró que, si bien no quiere romper el diálogo, el Gobierno está haciendo imposible la mesa de negociación con decisiones como el cierre de los astilleros.

En este ambiente de tensión y la posible apertura de un nuevo frente amplio de rechazó al Gobierno de Rakowski con la unidad sindical llegó ayer a Varsovia la primera ministra británica, Margaret Thatcher.

Lech Walesa, líder del sindicato ¡legal, declaró ayer, ante cerca de 10.000 trabajadores, que los sindicatos oficiales se han declarado solidarios con el sindicato ¡legal Solidaridad en la lucha por la existencia de los astilleros, símbolo del movimiento obrero independiente polaco, que el Gobierno quiere cerrar el 1 de diciembre, por supuesta falta de -rentabilidad.

La dirección de los astilleros Lenin se unió ayer también a las protestas de la plantilla, y manifestó que la decisión gubernamental de cerrar las instalaciones tiene razones políticas y no económicas, y que la planta es rentable y tiene una cartera de pedidos suficiente para justificar su continuidad.

"Provocación maliciosa"

En unas declaraciones hechas tras el mitin, en la parroquia de Santa Brígida, Walesa dijo que "está orgulloso de la disciplina demostrada por los trabajadores" al acatar el plazo de espera de seis días y continuar el trabajo. Calificó de "provocación maliciosa" el anunciado cierre de los astilleros. "Están en buena situación económica".. Walesa estuvo muy conciliador hacia los sindicatos oficiales. Los trabajadores cuentan con Solidaridad, los sindicatos de Miodowicz (máximo dirigente de los OPZZ) y otras organizaciones que han demostrado su eficacia. Se tiene confianza en ellos. La gente ya no actúa como en 1970 o 1980. No ha habido diferencias (entre Solidaridad y los sindicatos oficiales, OPZZ), lo -que demuestra que el pluralismo es factible y hace posibles posturas comunes en la lucha sindical.El martes se celebrará otra concentración en la que se decidirá cómo afrontar "esta provocación contra mí y el sindicato Solidaridad".