_
_
_
_
_
NEGOCIACIÓN Y LUCHA CONTRA EL TERRORISMO

Un texto redactado con pesimismo

La organización terrorista ETA militar pretende retomar las conversaciones con el Gobierno español en el mismo punto y lugar donde quedaron el 20 de febrero, tras una tormentosa entrevista entre Julen Elgorriága y Antxon Etxebeste, según se deduce del comunicado di fundido Ayer. Pero los mensajes entrecruzados que deja entre ver la casi impenetrable prosa de sus redactores ponen sobreaviso de su escasa fe en ello. El texto es más bien una advertencia de que se avecinan malos tiempos para el MNLV (Movimiento Nacional de Liberación Vasco), que comprende en la concepción de ETA tanto a la organización terrorista como a las restantes agrupaciones de la KAS (Koordinadora Abertzale Socialista) y a Herri Batasuna. ETA prevé, según afirma literalmente, que el Gobierno español va a poner en juego nuevas medidas policiales, jurídicas y administrativas.La reivindicación expresa de Argelia como escenario de los contactos y el rechazo de Francia, así como la reafirmación de Exebeste en su papel de representante único en las conversaciones, cobran un sentido más de advertencia que de reclamación. ETA parece estar anunciando que no va a aceptar contactos si no se cumplen sus condiciones, pero como si hubiera comprendido ya que éstas van a ser rechazadas.

Más información
El Gobierno cree viables sólo unos "contactos técnicos" con ETA cuando cesen los atentados

El texto se apresura, no obstante, a renovar la confianza de los lectores en el carácter inevitable de la victoria y, como condición para ella, de la "negociación política en base a la alternativa KAS". Esta certeza procede de un razonamiento ya conócido: España tiene como fecha tope para solventar el problema vasco, "su gran asignatura pendiente", según los terroristas, hasta 1992. Por lo tanto, el Gobierno carece de margen de maniobra y cada nueva iniciativa equivaldrá a quemar una etapa en dirección a un resultado que es seguro pues resulta inevitable.

El extenso comunicado no contiene otras novedades. Consagra al Gobierno como "gestor de los poderes reales", lo cual permite a ETA orillar su antigua exigencia de negociación con el Ejército, ya abandonada en el texto del 28 de enero. A cambio, según la organización, ésta ha conseguido ser reconocida por el "Estado español opresor" como interlocutor válido en cuestiones políticas.

La propuesta de tregua actual es idéntica a la de entonces y se recoge en dos párrafos, copia literal del comunicado de enero. ETA suspendería los atentados y asesinatos ("ejecuciones") durante 60 días, a cambio de la constitución de la mesa de conversaciones y la intérupción de la acción policial en el País Vasco. Las acusaciones a Francia y los elogios a Argelia son también música oida.

Lo único aparentemente paradójico es la reafirmación encendida de Etxebeste, sugerido ¡con frecuencia por el Gobierno español como esperanza para la constitución de una ETA dialogante frente a la ETA terrorista, como representante- e interlocutor único . Tampoco deja. de sorprender la inversión de: las opciones geográficas. En 1986, Txomin Iturbe pedía seguir en Francia para poder negociar y el Gobierno pedía su expulsión para conseguir el mismo objetivo. Ahora es ETA quien no quiere oir hablar de volver a las conversaciones en suelo francés.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
Suscríbete

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_