Una noche 'typical spanish' para el grupo irlandés U2

Bono, The Edge, Adam Clayton y Larry Mullen, los cuatro integrantes del grupo irlandés U2 que asistieron en Madrid al estreno de su película Rattle and hum, disfrutaron el pasado sábado de una noche typical spanish, tal y como ellos habían pedido. Paella, lentejas y cerveza española para cenar-, cante jondo y música andalasí para amenizar la sobremesa, y copas en una discoteca de moda para ver qué cosa es la movida madrileña que mantiene despierta a la gente hasta el amanecer.

Madrid ha sido una de las cinco capitales del mundo elegidas por U2 para apoyar con su presencia el estreno de la película. Las otras ciudades son Dublín, Londres, Nueva York y Los Ángeles. Bono, líder y cantante del grupo, comentó que habían venido a España encantados por el comportamiento del público cuando actuaron, en el verano de 1987, en el estadio Santiago Bernabéu..En esta ocasión, U2 volvió a despertar con su filme los sentimientos más solidarios del público. Aplausos y gritos acompañaron las referencias de Bono al apartheid, su recuerdo de Luther King o la denuncia contra la política de la Administración Reagan en Centroamérica. Cuando sonaba una canción del disco Under a b1ood red sky los subtítulos tradujeron la voz del católico Bono diciendo: "Veo a los predicadores del Evangelio con sus negocios, y el Dios en el que creo no necesita dinero", la sala vibró.

Alrededor de la 1.30, con notable retraso, los cuatro irlandeses llegaron, cada uno en un Mercedes, a la cena benéfica organizada por sus representantes y el Ayuntamiento de Madrid. Pidieron comida española y eso se les sirvió, a pesar de lo intempestivo de la hora. Primero paella, luego lentejas con chorizo, oreja y morcilla de Burgos, y de postre, tarta de queso. Daba gloria ver a Bono, el cantante del grupo de rock que más discos vende en el mundo, partir el pan en trozos, mezclarlo con las lentejas y no distraerse ni un segundo hasta que no quedó ni el recuerdo.

Mientras tanto, en el escenario, Juan Peña, El Lebrijano, Enrique Melchor, Tomatito y la Orquesta Andalusí de Tánger ofrecían un espectáculo de sobrio flamenco. Bono y The Edge trataron de seguir con palmas de rock el ritmo andaluz. No fue muy ortodoxo, pero disfrutaron y aplaudieron puestos en pie. Larry Mullen, el batería, se desentendió pronto de la fiesta y abandonó el recinto con cara de pocos amigos. Tal vez le habían puesto de mal humor los escasos modales con los que un acomodador del cine le hizo apagar un cigarrillo. Adam Clayton sonreía feliz junto a una chica muy bella que se parecía a Sade.

Mientras Bono seguía el arte de cantaores y bailaores y acariciaba cariñosamente a su mujer, un grupo defans trataba de saltar la barrera de los guardaespaldas. Tres jovencitas lo lograron, y dejaron caer en el oído de su ídolo un ¡salud! en irlandés. También en la lengua materna del grupo se expresaron otras chicas en el cine, a quienes Bono pidió que le dijeran alguna palabra en castellano para expresar su agradecimiento. Una le dijo: "Maravilloso". Después, en el escenario, el líder de U2 repetiría: "This is maraviliossso".