Las encuestas no muestran un claro ganador
ÁNGELES ESPINOSA, ENVIADA ESPECIAL, Desde una ventaja definitiva para el Likud (la coalición conservadora) hasta un resultado ligeramente favorable para los laboristas, todas las variaciones son posibles en las elecciones legislativas israelíes del próximo martes, a la vista de los poco clarificadores datos de las encuestas de opinión. La mayoría de los diarios israelíes eligió ayer el comienzo del fin de semana judío para hacer públicos sus sondeos. Los resultados contradictorios de la mayoría de ellos hacen prácticamente imposible ninguna predicción.
Uno de los pocos asuntos en que parecen coincidir todos los institutos de opinión pública es en alto índice de indecisos a sólo cuatro días de la votación. Del 10% que mencionaba ayer el matutino Haaretz al 20% que recogerá mañana en sus páginas The Jerusalem Post -periódico en lengua inglesa- el grupo de aquellos que aún no han decidido su voto puede cambiar inopinadamente los resultados finales de una carrera electoral en la que los dos grandes bloques parecen estar muy igualados.
Las dificultades de predicción se ínerementan ante la imposibilidad de extrapolar ese voto con los criterios tradicionales: 27 partidos concurren a las elecciones, muchos de ellos tienen una gran proximidad en el espectro político.
Elementos étnicos y religiosos se superponen además a las consideraciones de derecha e izquierda, todo lo cual lleva a muchos votantes a tomar su decisión en el último minuto.
De acuerdo con la encuesta encargada por el vespertino Maariv, próximo al Likud, esta coalición logrará 43 de los 120 escaños de la Kneset (Parlamento) -frente a los 33 que obtendrán los laboristas- y dispondrá de una mayoría de 65 escaños agrupándose con los partidos religiosos.
Sin embargo, otro sondeo publicado en el mismo diario, pero elaborado por el Israelí Institute, apenas da una pequeña diferencia de dos escaños a los dos grandes partidos: entre 41 y 43 para el Laborista y entre 39 y-41 para el Likud, aunque también menciona la posibilidad de coalición de éste con los partidos religiosos, lo que situaría el bloque de derechas entre 57 y 63 escaños.
En esta misma línea van los resultados de la encuesta que The Jerusalem Post publicará mañana: no se vislumbran diferencias sustanciales entre el número de votantes que se inclinará por el bloque de izquierdas, que dirige el Partido Laborista, y el bloque de derechas, encabezado por el Likud.
Esto, claro está, por lo que se refiere a los votantes judíos, porque, según adelantaba el citado diario ayer, si se tiene en cuenta la variable árabe, la balanza se volcará del lado encabezado por los laboristas.
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