Los enfermeros rechazan el nuevo plan de estudios aprobado por el Consejo de Universidades

Máximo González, presidente del Consejo General de Colegios de Enfermería, manifestó ayer que toda la profesión, tanto desde los colegios como desde los sindicatos, se encuentra absolutamente indignada y dispuesta a movilizarse contra el proyecto de real decreto de directrices generales para la reforma del plan de estudios de enfermería aprobado el pasado martes por el Consejo de Universidades.

El presidente de la citada organización colegial calificó como una "pantomima y un engaño" todo el proceso formal abierto por el Consejo de Universidades para la elaboración de las directrices generales propias de los planes de estudio conducentes a la obtención del título de diplomado en enfermería.

Según Máximo González, los rectores han desvirtuado las propuestas innovadoras y progresistas emanadas de la comisión de expertos que en su día elaboró el primer proyecto de directrices del futuro plan de estudios de enfermería, enriquecidas posteriormente por la ponencia de síntesis del área de las Ciencias de la Salud.

Ésta, siempre según el presidente del Consejo General de Colegios de Enfermería, acogió favorablemente las sugerencias de los colegios profesionales, pero, a la hora de la verdad, los rectores se han dejado llevar por unos criterios de carácter corporativista.

Para Máximo González, ese corporativismo se manifiesta en el claro predominio de criterios médicos y no de enfermería en el proyecto de real decreto aprobado, al dejar sus enseñanzas en las exclusivas manos de los departamentos de las facultades de Medicina.

Vicio tradicional

"Con ello", añadió Gónzález, "se produce un retroceso gravísimo en el planteamiento de los estudios de enfermería que rompe definitivamente nuestra profesión". "Se vuelve", añadió, "a la vieja teoría de formar minimédicos y no enfermeros""Está claro -concluyó-, y en ese sentido se orientan las directrices comunitarias al respecto, que la tarea del enfermero es el cuidado de los enfermos y no el diagnóstico, que era el vicio tradicional de la formación de los antiguos asistentes técnicos sanitarios (ATS). Pues bien, todo lo que se había avanzado en los últimos años para corregir esa tendencia se lo han cargado los rectores con su proyecto de real decreto".