Una 'zona de seguridad' muy insegura

El ministro de Defensa israelí, Isaac Rabin, se opone abiertamente a la idea expresada por un diputado del Parlamento israelí (Kneset) de ampliar la zona de seguridad controlada por el Ejército israelí al sur de Líbano. "La zona cumple perfectamente su papel", dijo Rabin en respuesta a las preguntas de una comisión parlamentaria reunida ayer por última vez antes de las elecciones del 1 de noviembre. Rabin se opone, además, a cerrar la frontera entre la zona de seguridad y el resto del territorio libanés. Por otra parte, aviones israelíes bombardearon ayer posiciones guerrilleras en el sur de Líbano, y, según fuentes palestinas, causaron la muerte de unas 15 personas y heridas a más de 40.

Poco después de esas incursiones, la aviación israelí efectuó un segundo bombardeo, esta vez contra regiones cercanas a Beirut. El ataque se produjo en Aitat y Baisur, situadas al este de la capital libanesa, y en las colinas de Damur y Jalde, al sur de Beirut."No queremos cortar a la población surlibanesa del resto de su país", dijo Rabin, al explicar que existe un "equilibrio delicado" entre las necesidades de los habitantes de ese área y las de la seguridad israelí.

Por otra parte, Simón Peres, líder del Partido Laborista y ministro de Asuntos Exteriores, ha expresado su desconfianza hacia un eventual bloque de paz del que formaría parte el líder de la Organización para la Liberación de Palestina, Yasir Arafat. En referencia a la reciente minicumbre dé Acaba, en la que Arafat, el presidente egipcio Hosni Mubarak y el rey Hussein de Jordania discutieron, al parecer, sobre la forma de promover la paz en la región, Peres dijo: "No me gusta la gente de paz que, seguidamente, envía a terroristas a Israel".

El ministro de Asuntos Exteriores se refería al envío por Al Fatab. (principal de los grupos que forman la OLP) de un comando de siete hombres, a través de la zona de seguridad, para tomar rehenes en Israel. Los siete, entre ellos una joven de 17 años, fueron capturados por una unidad del Ejército del Sur de Líbano, aliado de Israel y que dirige el general Antoine Lahad. Habían sido entrenados en el campo de refugiados palestinos de Chatila, en Beirut. A partir de Sidán, fueron acompañados por un guía que conocía bien la región a fin de infiltrarse en la zona de seguridad y pasar, desapercibidos, la frontera con Israel.

Otros siete fedayin, pertenecientes al Frente Popular de Liberación de Palestina, fueron capturados más al este, también cerca de la frontera, por una patrulla israelí.

Las recientes incursiones aéreas israelíes en el sur de Líbano son también respuesta al atentado con un coche bomba que costó la vida a siete soldados israelíes.

¿Por qué esta multiplicación de atentados e infiltraciones de comandos palestinos y shiíes que se ha producido últimamente? La razón podría estar en que no se ha querido dejar a Hezbolá toda la gloria que le supuso el éxito de su ataque suicida. De otra parte, porque el duro golpe causado a Israel por el kamikaze shií ha hecho creer que el Tsahal [Ejército israelí] es vulnerable.

En los medios militares israelíes se espera un aumento de los atentados a medida que se acerca la fecha del 12 de noviembre, fijada para la reunión, en Argel, del Consejo Nacional Palestino (Parlamento de la OLP). Según estas fuentes, la OLP intenta intensificar sus acciones para manifestar su solidaridad con la revuelta en Cisjordania y Gaza.

En el curso de un seminario celebrado en Haifa para tratar sobre los atentados suicidas, un psiquiatra israelí, Marius Erdreich, aconsejaba recientemente "una especie de guerra psicológica contra los ¡mames shiíes, mediante emisiones de radio y televisión, a fin de combatir las influencias perniciosas de los religiosos de Hezbolá".

[Una niña árabe de tres años falleció ayer en la ciudad de Jan Yunis, en la franja de Gaza, por los efectos de los gases lacrimógenos lanzados por las fuerzas de ocupación israelí, informaron fuentes hospitalarias citadas por Reuter.]