El Patriarca, investigado por la desaparición de un menor

Antonio Jiménez Pericás, titular del Juzgado de Instrucción número 1 de San Sebastián, ha dictado un auto de busca de Federico M. V., de ocho años y bajo tutela de la Diputación de Guipúzcoa, y de su madre, Margarita Volpini. Esta, acompañada del pequeño, se encontraba hasta ayer tarde en tratamiento de desintoxicación de drogas en el centro de El Patriarca de Ambite (Madrid). El juez ha citado al responsable de El Patriarca en España, cuyo presidente es Germán Gómez, para que informe sobre el paradero de ambos.

La pareja fue vista por última vez el pasado 12 de septiembre en el centro de El Patriarca de Beniganim (Valencia). Hace dos semanas se indicó que estaban en locales franceses de la organización y en la tarde de ayer se informó a EL PAÍS desde el centro de Ambite, que ambos acababan de abandonarlo definitivamente. Su presencia en ese centro de El Patriarca se producía 26 días después de que el juez hubiese dictado el auto de busca, y 37. días después de que la Diputación de Guipúzcoa informase a El Patriarca por telegrama sobre la tutela ejercida sobre el pequeño y reclamase su entrega.Desde la dirección de El Patriarca, en Valencia, una empleada llamada Silvie afirmó ayer que ya habían comunicado el paradero de los dos buscados al juez, hecho que aquél desmintió rotundamente, y se negó a facilitar ese dato a EL PAÍS.

Juan María Bandrés, diputado y presidente de Euskadiko Ezkerra, estudia interpelar al ministro del Interior sobre este caso y sobre los métodos de El Patriarca. La historia surge a primeros de septiembre. Margarita logra que los respectivos padres de sus dos hijos -Pablo, de dos años, y Federico, ambos no matrimoniales- le dejen unos días a los niños, dado que tenía un descanso en su cura de desintoxicación.

Margarita incumplió su palabra de reintegrarles a sus habituales hogares y se internó y desapareció con ambos en El Patriarca a mediados de septiembre. Ninguno de los pequeños vivía con ella debido a su drogodependencia.

Tres denuncias

Federico vivía en San Sebastián, con su abuela paterna, y el menor con su padre, Jacinto Merino. Los dos padres plantearon sendas denuncias para recuperarles. La Diputación de Guipúzcoa extendió su tutela sobre Federico y denunció también su desaparición.Ahora, más de un mes después, Margarita, cuya versión ha sido recabada sin éxito, ha reintegrado al pequeño Pablo a su padre, Jacinto Merino, pero se resiste a entregar a Federico.

N. J. M. M. T, padre de éste último, y Jacinto Merino, acusan a El Patriarca de haberles ocultado el paradero de ambos niños, acusaciones a las que se suman diversas autoridades de la Administración, particularmente de la Diputación de Guipúzcoa y del Plan Nacional sobre la Droga.

Bandrés, que está interviniendo en la recuperación del pequeño, estima que tanto la madre como la dirección de El Patriarca podrían haber cometido un delito de desobediencia si han retenido a Federico pese a conocer la tutela y su busca.

Salvador Arcas, directivo de El Patriarca, ha admitido que rehusó comunicar el paradero de los niños a los padres por juzgarlo inconveniente, pero ha negado tener "oficialmente" conocimiento de que estuvieran reclamados. Esto contrasta con las gestiones realizadas desde el Plan Nacional sobre las Drogas, con la visita de guardias civiles hace un mes al centro de Beniganim (Valencia) y con las repetidas llamadas y escritos de la Diputación de Guipúzcoa, desde el pasado septiembre.