'Realpolitik' con Argelia
Es cierto que, a pesar del apoyo a su independencia, no nos unen lazos sentimentales con Argelia. Así puede producirse el hecho escalofríante de los casi unánimes silencios ante las 500 víctimas de la represión en ese país. Nuestro jefe de Gobierno ni los mencionó en su comentario sobre la crisis del país magrebí. Nada han dicho de relevante las diversas fuerzas políticas ante un hecho tan revelador de la naturaleza burocrática y antipopular del partido único en el poder, verdadero ex frente de liberación.Nuestras calles se hubieran inundado de manifestantes si tales atrocidades las volviera a cometer el dictador Pinochet. Estamos en
Pasa a la página siguiente
'Realpolitik' con Argelia
Viene de la página anteriorpresencia de esa dramática selectividad ante las violaciones de los derechos humanos y ante las tiranías que pululan por el mundo. Según nuestra ideología e intereses, digerimos impasibles los crímenes que cometen nuestros camaradas o afines.
En el caso argelino, el Gobierno español no quiere deteriorar sus relaciones en un momento en que trata de obtener la expulsión de los etarras residentes en dicho país. Pero ésa no es la única realpolítik entre nosotros. Herri Batasuna, tan tercermundista en sus demagogias revolucionarias, calla ante el drama del pueblo argelino, ante la marginación de la identidad beréber, para tratar de preservar cierto grado de colaboración con el FLN y proteger a sus generalísirnos allí refugiados.
Nuestro aislamiento secular y el maniqueísmo heredado del franquismo no podrán explicar, y menos justificar, por mucho tiempo actitudes reveladoras de la doblez ético-política en que nos movemos. Nadie debiera callar ante un pueblo masacrado por reclamar el pan y la libertad.- José Antonio Osaba.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.