Largo y estrecho

A. T. / J. A. N., El presidente de Renfe se comprometió ayer a entregar al Ministerio de Transportes dentro del próximo mes el informe preceptivo sobre la conveniencia de adaptar el ancho europeo en las vías ferroviarias españolas, lo que paradójicamente supondrá el estrechamiento de las mismas desde su actual longitud de 1,668 hasta 1,334 metros.

El proyecto fue abordado, en su día, por el anterior titular de Transportes, Abel Caballero, quien prefirió aplazar su puesta en marcha ante el elevado coste que implicaba.

García Valverde no quiso pronunciarse sobre este extremo, si bien en medios del sector se apunta una cifra mágica del billón de pesetas.

Tras la decisión adoptada por el Consejo de Ministros, la posibilidad de una adaptación del ancho de vía toma ahora carta de naturaleza, lo que, por otra parte, afectará no sólo al contrato de adjudicación de material rodante previsto por Renfe, sino al conjunto del Plan de Transporte Ferroviario (PTF).

El cambio del ancho de vía facilitará, por otro lado, la comunicación del ferrocarril español con el resto del continente, por lo que Renfe acelerará tanto las modificaciones necesarias en su infraestructura como también el desarrollo de la alta velocidad en las compras de material rodante. A este respecto, García Valverde anunció ayer que la empresa estatal trabaja también en el proyecto del TAV para la línea Madrid-Barcelona, complementaria a la ya prevista Madrid- Sevilla. De esta forma, el futuro tren español de 1992, que circulará a 250 kilómetros por hora, será más largo y más estrecho de lo que estaba previsto.