Por goleada
Ilegales jugaron en casa y ganaron por goleada. La banda de Jorge Martínez escogió, para presentar su último elepé, Chicos pálidos para la máquina, una sala en la que Jorge tiene participación, circustancia que repercutió favorablemente en todo el concierto. Nunca Rock Club había sonado con esa nítida potencia que permite escuchar al grupo y al tiempo charlar con los acompañantes. Jamás ese local había lucido un juego de luces tan variado, brillante y creativo. Por si fuera poco, el lleno de público fue aceptable, sin apreturas inhumanas. En condiciones tan adecuadas nada podía fallar, y nada falló.Desde su primera aparición en directo, teloneando a Miguel Ríos en la plaza de toros de Gijón en marzo de 1982, Ilegales han sufrido numerosos cambios en todas sus líneas, manteniéndose inamovible en su puesto de líder Jorge Martínez. Con el paso de los años el guitarrista y compositor ha ido puliendo sus agresivas posturas iniciales, acercándose progresivamente a un rock basado en la calidad de las canciones y en un sonido con personalidad propia.
Ilegales
Jorge Martínez (voz y guitarra), Guillermo Vijande (bajo y coros), Alfonso Lantero (batería y coros), Antolín de la Fuente (teclados), Juan Flores (saxofón) Sala Rock Club. Madrid, 20 de octubre.
Ilegales son, en el final de los ochenta, una banda seria y madura. En su actual directo las concesiones están en los arreglos, realmente brillantes en lo que a piano y saxofón se refiere, y en una postura estética más reposada que antaño. Esto repercute directamente en su público y en el comportamiento del mismo: la gente ya no tiene esa sensación de agresión, de violencia, aceptando con comedido entusiasmo canciones como Heil Hider o Soy un macarra. Antolín de la Fuente y Juan Flores, teclados y saxo, son un gran paso adelante en la consolidación del grupo, necesitado desde siempre de instrumentistas que arropasen a Jorge, y dieran a su directo un número mayor de posibilidades. En casi dos horas de concierto no dejaron margen a improvisaciones, ni musicales ni de repertorio. Tuvieron un control absoluto sobre su producto, prolongado hasta una aparente locura instrumental que puso fin a la noche.
Pocos cambios en las letras
Como compositor y guitarrista, la mejora de este hombre ha sido evidente, manteniéndose a un nivel vocal digno. Cada vez más preocupado por el sonido, por producciones y arreglos, tiene algo descuidados los textos. En las letras es donde menos cambios se han producido, siguiendo en líneas generales un camino demasiado directo, sin apenas márgenes para la adaptación personal de cada oyente.Este concierto es la confirmación definitiva de un grupo, Ilegales, y de un guitarrista y compositor, Jorge Martínez, al que únicamente se puede achacar una profesionalidad tan grande que puede llegar a nublar la espontaneidad necesaria en toda buena banda de rock.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.