Las bombas terroristas causaron daños por valor de 2.000 millones en 1987

Los artefactos explosivos colocados por los diversos grupos terroristas que actúan en España causaron durante el año 1987 daños materiales por valor de casi 2.000 millones de pesetas, según estimaciones de los Equipos de Desactivación de Explosivos del Cuerpo Nacional de Policía. Estos datos se refieren sólo a los que tuvieron como escenario las zonas urbanas, ya que las rurales son competencia de la Guardia Civil. En lo que va de año "ha disminuido sensiblemente este tipo de actividad terrorista", según fuentes policiales.

Durante el año pasado, los artificieros de la policía intervinieron ante 238 bombas reales, mientras que en 1986 el número de artilugios explosivos fue de 201, según un informe del Centro Nacional de Datos e Investigación de Bombas (CNDIB), dependiente de la Comisaría General de Información.

La organización que realizó más atentados con este sistema durante el año 1987 fue ETA Militar, seguida de la catalana Terra Lliure, el grupo gallego Exercito Guerrilleiro do Pobo Galego Ceibe y los comandos vascos de Iraultza. Mucho menor actividad desarrollaron el denominado Ejército Rojo Catalán de Liberación (Erca), diversos grupúsculos del terrorismo internacional y otros de ultraderecha.

Aparte del coste de vidas humanas, los artefactos explosivos provocaron el pasado año pérdidas materiales por una cuantía de 1.960 millones de pesetas, debido fundamentalmente a los atentados cometidos en el supermercado Hipercor, de Barcelona, y en la refinería Enpetrol de Tarragona. En 1986, la acción terrorista causó daños estimados en 268 millones de pesetas.

En 1988 ha disminuido sensiblemente el número de este tipo de atentados. Según fuentes policiales, hasta el pasado mes de agosto se ha contabilizado en las zonas urbanas un total de 85 incidentes con explosivos o artefactos incendiarios. "Pero muchos de estos últimos son simples cócteles molotov arrojados por manifestantes en alborotos callejeros", dice un experto.

Entre las conclusiones del informe elaborado por los técnicos de la policía destaca que "ETA Militar, al agotar la dinamita Goma-2EC sustraída en la localidad santanderina de Soto de la Marina, ha recurrido a la fabricación propia del explosivo denominado amonal, que viene utilizando asiduamente". El mismo estudio señala que la organización etarra "ha intensificado la utilización del radiocontrol para accionar sus artefactos, lo que supone una elevación técnica importante". El modelo de artefacto más usual entre los comandos de ETA ha sido el de electrorrelojería, con temporizador mecánico de la marca francesa Coupatan, según los análisis de los técnicos especialistas en desactivación (Tedax).

El Exercito Gerrilleiro do Pobo Galego Ceibe fabrica sus bombas con el producto portugués denominado gelamonita y Terra Lliure con mezclas caseras cloratadas y pólvora negra, mientras que el grupo Iraultza emplea cloratita o fulminato de mercurio. El terrorismo internacional, que atenta principalmente contra intereses judíos o norteamericanos, confecciona sus artefactos con el poderoso explosivo Semtex H.

Los citados estudios demuestran que el día preferido por los terroristas para efectuar sus atentados es el viernes: 1.123 de las 6.543 incidencias —amenazas, explosiones reales y falsas alarmas— registradas en 1987 en ese día. El mes de julio es el que registra mayor número de acciones de explosivos.