Un donante de semen reclama a su hijo, engendrado por una madre lesbiana
La Justicia holandesa, en concreto el Tribunal de Utrecht, se encuentra ante un caso insólito, pues deberá decidir el 25 de octubre si un donante de esperma tiene derecho a quedarse con el hijo, al que ahora reclama, que engendró una madre lesbiana.
La resolución se presenta difícil, porque es la primera vez que se produce en Holanda un caso de estas características y no existe aún estatus de donante tipificado legalmente en Holanda.
El niño nació en julio de 1987 de una mujer lesbiana que vive con una amiga desde hace años. La historia comenzó cuando ambas mujeres decidieron tener un hijo y optaron por la inseminación artificial a través de un donante conocido. De esta forma eludían el circuito médico, que exige un donante anónimo.
La pareja de lesbianas contactó con el donante a través de la esposa de éste, que era amiga de las dos implicadas en el caso. El marido pronto se mostró de acuerdo con el plan e incluso la amistad de ambas parejas siguió creciendo durante el embarazo y después del nacimiento del niño.
De pronto empezaron a surgir diferencias y tensiones entre el donante y la pareja de lesbianas, hasta que la madre del niño prohibió la entrada en su casa al padre, pese a que éste, según lo pactado con la madre, tenía derecho a pasar un fin de semana al mes con su hijo.
Fue entonces cuando el padre acudió a un abogado y decidió llevar el caso a los tribunales. El donante basa su reclamación en su paternidad biológica y en el lazo emocional que ha creado con su hijo. La pareja de lesbianas alega que un donante no puede ser considerado como padre, pues no ha existido ni convivencia ni unión emocional con la madre, y que el niño cuenta con dos personas adultas que le cuidan.
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