Melómanos y vecinos se disputarán las 390 plazas del aparcamiento del auditorio
El aparcamiento subterráneo que se ha construido en cinco meses y medio junto al Auditorio Nacional, en la calle del Príncipe de Vergara, será inaugurado, al igual que el centro musical, el próximo día 21. Sin embargo, hasta enero de 1989, el estacionamiento no contará con concesionario al no haber sido convocado aún el preceptivo concurso de adjudicación. El Ayuntamiento, hasta entonces, deberá arbitrar una fórmula excepcional para gestionar un aparcamiento cuyas 390 plazas serán disputadas por los asistentes a conciertos, empleados y vecinos de la zona.
El estacionamiento, con cuatro plantas, no tendrá más relación con el auditorio que la de su proximidad, pues todas sus plazas serán de rotación, al precio de 100 pesetas la hora. Incluso parece que, aunque estaba prevista, no tendrá una comunicación interior con el auditorio.Esta condición de equipamiento independiente hace prever una importante falta de plazas de aparcamiento los días de concierto. El Auditorio Nacional de Música posee una sala de conciertos con 2.274 asientos y una sala de música de cámara para 622 asistentes.
Además, el exiguo número de plazas no será ocupado sólo por los asistentes al Auditorio pues el concesionario estará facultado para expedir abonos de aparcamiento a vecinos y empleados de la zona.
La situación se agravará a medida que sean terminados los edificios cercanos en construcción y ocupados los solares vacíos. En las proximidades del auditorio no existe más aparcamiento que uno de residentes en la calle de Pradillo, construido en 1987, con una capacidad de 142 plazas.
Decisión oficial
El problema de tráfico que puede plantear esta falta de plazas tuvo su origen en la decisión oficial de no construir un amplio aparcamiento dentro del auditorio. José María García de Paredes, autor también del auditorio Manuel de Falla, de Granada, propuso prescindir de estacionamiento por problemas de acústica y la propuesta le fue aceptada.En 1982, todos los responsables del proyecto consideraron la situación resuelta al asegurarse que el Ayuntamiento construiría un aparcamiento en el solar existente al norte del auditorio. Sin embargo, en los cinco años siguientes el proyecto permaneció paralizado.
En 1987, y cuando ya se hablaba de la apertura del auditorio para otoño de este año, el Ayuntamiento y los ministerios de Cultura -promotor del auditorio- y de Transportes -propietario del solar- comenzaron las gestiones.
Transportes cedió la parcela, en la que había incluso una casa baja, como paso previo a la adjudicación de las obras y de la concesión del aparcamiento. El pleno municipal aprobó los pliegos de condiciones y fue entonces cuando se descubrió que si seguían todos los pasos legales, los asistentes a la inauguración del auditorio deberían atravesar previamente varias pasarelas de madera sobre un solar excavado.
El equipo de gobierno socialista pidió entonces la ayuda de la oposición, y así las obras fueron adjudicadas directamente a la misma empresa constructora del auditorio en 300 millones de pesetas. De esta forma se podía separar la construcción de la adjudicación y llegar a tiempo.
La obra, en efecto, estará acabada el próximo viernes gracias a haberse realizado su construcción en el plazo mínimo de cinco meses y medio. No ocurrirá lo mismo con su gestión pues el concurso para la concesión de la misma no ha podido ser convocado.
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