El voto secreto se hace el harakiri en Italia

El Gobierno italiano, presidido por el democristiano Ciriaco de Mita, ganó ayer su batalla en contra del voto secreto en el Parlamento. La Cámara de Diputados aprobó finalmente, por sólo siete votos más de los necesarios, la limitación del voto secreto para adoptar decisiones parlamentarias, después de que el miércoles pasado se aplazase por enésima vez para no dejar a los diputados sin cena y, sobre todo, sin los partidos de fútbol de la Copa de la UEFA. La propuesta del Gobierno, aprobada por el procedimiento del voto secreto -que, de ese modo, ha hecho su harakiri- necesitaba 316 y obtuvo 323 votos favorables. Este resultado indica que 58 diputados de los cinco partidos que integran la mayoría gubernamental -democristiano, socialista, republicano, socialdemócrata y liberal- se resistieron hasta el final a las consignas de sus jefes y votaron en contra. Se abstuvieron 222.

"Fue su última fiesta de carnaval", comentó con desprecio e ironía Claudio Martelli, vicesecretario del Partido Socialista (PS) y brazo derecho del ex primer ministro Bettino Craxi. Martelli añadió que, a partir de ahora, la política italiana "quizás no será más fácil, pero sí más clara".Por su parte, el secretario socialista Craxi, que había sido el gran paladín de la desaparición del voto secreto, afirmó ayer que el resultado obtenido constituye "una reforma de gran valor político, moral e institucional". Craxi había admitido que con tal de eliminar el voto secreto aceptó tragarse "algún que otro sapo", como por ejemplo el que haya quedado dicho voto secreto para las leyes concernientes a la reforma electoral y a las materias de orden constitucional. El voto a mano alzada, en cambio, se aplicará a la votación final de las leyes -salvo las excepciones señaladas- y a las normas financieras y presupuestarias.

El máximo dirigente socialista añadió que ha prevalecido el principio del voto transparente que "ya en el Resurgimiento", dijo, "formaba parte del programa de la izquierda democrática italiana".

Y con el lenguaje claro y crudo que lo caracteriza, Craxi agregó, refiriéndose a la oposición, que sólo "gente sin escrúpulos y confusionista" ha podido definir como golpe de mano y acto arbitrario y arrogante de la mayoría la afirmación en la Cámara de Diput ados italiana "de una regla que rige ya en todos los Parlamentos libres de Europa y del mundo".

De Mita, a Moscú

El presidente del Gobierno, Ciriaco de Mita, de 60 años, fue a votar ayer por la mañana y dejó las maletas en el coche, ya que poco después partió hacia Moscú para realizar una visita oficial de cuatro días. Por la tarde, De Mita llegó, acompañado de cinco ministros de su gabinete, a la URSS, donde mantedrá varias reuniones con el líder soviético Mijail Gorbachov. En su nombre, habló ayer el jefe de los diputados democristianos, Mino Martinazzoli. Queriendo quizá recordar que la Democracia Cristiana (DC) hubiese preferido llegar a un acuerdo con la oposición comunista (que se abstuvo en la votación de ayer), afirmó: "Si se lee bien lo que ha sido aprobado, no se puede hablar de abolición del voto secreto, sino más bien de una solución equilibrada".De hecho, se comenta que quizás por ello, en el fondo el Partido Comunista italiano (PCI) no se atrevió a votar en contra de la propuesta del Gobierno. Pero el secretario comunista, Achile Occhetto, ha ido más allá, volviendo a repetir ayer que el voto de la Cámara baja revela "una clara derrota política de la mayoría y una clara victoria política y moral para nosotros".

En medios comunistas se subraya mucho que la victoria de la propuesta del Gobierno ha sido sólo de un puñado de votos, a pesar de lo que califican de "terrorismo" usado con los diputados, al haberles amedrantado con las elecciones anticipadas si no se aprobaba la eliminación del voto secreto.

Pero el vicepresidente del Gobierno, el socialista Gianni de Michelis, ha respondido que el margen de votos favorables ha sido el mismo con el que fue aprobada la República. Y que ha habido Gobiernos que han caído por un solo voto.

Todo será más claro

Por su parte, el secretario general de UIT (Unión de Trabajadores Italianos), el socialista Giorgio Benvenuto, ha comentado que para los trabaiadores la victoria contra el voto secreto ha sido positiva, ya que nunca el llamado "partido del Anonimato" contribuyó a aprobar leyes que favorecieran al mundo del trabajo, sino más bien a los grupos privilegiados. Benvenuto añadió que ahora el sindicato italiano está conduciendo una batalla para conseguir una fiscalidad más justa, "se podrá ver quiénes están a favor y quiénes en contra de que todos paguen los impuestos en este país".El secretario de Partido Republicano, Giorgio la Malfa, ha comentado que después de esta votación todo va a ser más claro en la vida política de la nación. Y que, sobre todo, los Gobiernos no podrán escudarse en la oscurídad del voto secreto para no aprobar las leyes con rapidez, por temor de la acción de los francotiradores.

Así son llamados los diputados que no siguen la disciplina de voto de sus respectivos partidos. "Ahora se verá", agregó Giorgio La Malfa, "quién está de verdad dispuesto a hacer las reformas en este país y quién desea, por el contrario, boicotearlas para que todo quede como está".