Chadli Benyedid fija el 3 de noviembre como fecha del referéndum constitucional
El presidente argelino, Chadli Benyedid, anuncié ayer que el referéndum sobre el proyecto de modificación de la Constitución argelina celebrará el próximo 3 de noviembre. Ese proyecto permite al jefe de Estado el nombramiento de un primer ministro. Chadli Benyedid anunció también que el congreso del Frente de Liberación Nacional (FLN), previsto para diciembre, estudiará reformas políticas. Por su parte, policía y el Ejército efectuaron cientos de arrestos en domicilios de militantes islámicos, de miembros de las organizaciones de derechos humanos y de jóvenes acusados de haber participado en las revueltas de los últimos siete días.
La Constitución, promulgada en 1976 y modificada en 1980 y en 1982, señala que el Gobierno es responsable sólo ante el presidente. El primer ministro, si se aprueba la reforma constitucional prevista, será responsable ante el Parlamento.
La jornada fue, por lo demás, tranquila en Argel. A partir de las seis de la mañana, el estado de sitio fue levantado tal como habían anunciado la noche anterior las autoridades.
[Sin embargo, según testigos presenciales citados por France Presse, en Tizi-Uzu, en la región de Kabilia, se produjeron en la tarde de ayer choques entre manifestantes y fuerzas de seguridad, que habrían producido una decena de muertos. La Prefectura de Tizi-Uzu afirmó que no hubo víctimas.]
El fin del estado de sitio que ha estado vigente durante cinco días en Argel fue acogido con alivio por la población. "Éste ya es un síntoma de que Chadli [Benyedid] está dispuesto a respetar sus promesas de profundas reformas políticas", manifestó un periodista argelino, uno de los firmantes de un largo documento en el que 70 informadores se quejan de no haber podido informar en libertad sobre los trascendentales sucesos que ha vivido su propio país. El principio del fin del control militar sobre la ciudad blanca animó a la gran mayoría de descontentos con el régimen a continuar dando al presidente el margen de confianza que había perdido en su discurso del lunes.
Sin embargo, las tropas y los blindados no desaparecieron. Al mediodía de ayer, estaban aún presentes en numerosos puntos de la ciudad, aunque en menor medida que en los días precedentes, y, sobre todo, con una clara voluntad de hacerse notar menos. No obstante, la presencia armada era aún importante en torno al popular barrio de Bab el Oued, reciente escenario de matanzas al ser disueltas manifestaciones a tiro limpio. También se guía muy custodiado el complejo comercial y recreativo de Riad el Fiteh, gueto de la juventud dorada del régimen y blanco la pasada semana de las iras de los estudiantes, trabajadores y desempleados que expresaban su hastío por la falta de libertad y la estrechez de la vida en Argelia.
La retirada del Ejército se efectuará paulatinamente, a medida que el mando militar que ha gobernado Argel durante cinco días compruebe la persistencia de la calma inaugurada tras el discurso presidencial. Ese mando anunció ayer también el final de un toque de queda, que impedía circular entre las diez de la noche a las cinco de la mañana, que en repetidas ocasiones fue violado por los manifestantes.
Cifra de detenidos
La campaña de arrestos de ayer elevará una cifra de detenidos, situada ya el lunes en torno a las 3.000 personas. "Es un error perseguir a intelectuales y trabajadores por expresar su protesta ante una situación que el mismo presidente reconoce injusta", declaró Milud Brahimi, presidente de la semitolerada Liga de Derechos del Hombre. Brahimi pidió la liberación inmediata de todos los detenidos por motivos ideológicos, culturales o religiosos. Se felicitó por el fin del estado de sitio y el toque de queda, que calificó de "señal de buena voluntad".
Salvo acontecimientos imprevisibles, la revuelta de jóvenes y trabajadores que algunos han llamado revolución de la sémola y otros intifada argelina, parece haber terminado. A ello han contribuido el elevado número de muertos y detenidos, las vagas promesas de Benyedid y la abundancia de productos que llueven ahora sobre el mercado argelino.
[Los sangrientos disturbios registrados estos días han costado la vida a un mínimo de mil personas, según estimaciones que cita Efe procedentes del opositor Movimiento para la Democracia en Argelia.]
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