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La novela negra de Ramón Toló

El presunto asesino de una viuda de Lérida convierte su confesión de 11 horas en una narración literaria

Ramón Toló, presunto asesino de Rosa Peiró -la joven viuda de Malpás (Lérida), parte de cuyo cadáver apareció descuartizado el pasado 1 de agosto en el basurero de la Pobla de Segur-, hizo una extensa y detallada declaración ante la policía. Además de confesarse autor del crimen, Toló reprodujo el estilo novelesco que había utilizado un año antes en una obra escrita por él en la que narraba una historia similar por sanguinaria.

Fuentes próximas al caso han explicado que Toló, de 35 años, se mostró durante las casi 11 horas que duró su declaración muy preocupado por el estilo literario, hasta el punto de hacer rectificar algunas palabras o frases porque, según alegó, esto no me gusta como queda". Toló, después de dar muerte a su víctima, huyó a Francia y regresó para entregarse el 1 de octubre. El mismo día estuvo declarando desde las 10 de la mañana a las 9 de la noche.Su frialdad a la hora de relatar los hechos dejó estupefactos a los policías. "La manera de rehacer el crimen, dando todo tipo de detalles, sólo se concibe en una persona con desequilibrios mentales", han precisado.

En el momento de descubrirse el crimen, Toló tenía en una imprenta de el Pont de Suert el manuscrito de una novela, lleno de faltas de ortografia, escrito en catalán y narrado en primera persona. El argumento se centra en la historia de un joven que se va a vivir a un pueblo del Pirineo, donde conoce a una mujer que se le muestra arisca. El joven aparece como un defensor de los valores morales y acaba matando a la coprotagonista.

No falta quien ha visto en estanovela un relato anticipado del crimen que luego ejecutó. Del análisis del texto se han extraído diversas conclusiones, entre las que destaca que el autor se atribuye una gran superioridad frente al sexo femenino. El acusado considera el cerebro de la mujer inferior al del hombre. Este afán de protagonismo y notoriedad fue evidente durante su estancia en las dependencias policiales y, de una forma especial, cuando el 2 de octubre cooperó en la recuperación de los restos diseminados de la víctima.

Desenterró los restos

Toló, que condujo a la policía y al juez de Tremp hasta los lugares en los que enterró las distintas partes del cuerpo que no habían sido localizadas, quiso llevar la iniciativa y dirigió el rastreo con una precisión milimétríca. Incluso demostró un inusitado interés por desenterrar él mismo los restos, hasta el punto de que se negó a seguir colaborando cuando el juez ordenó que se avisara a los bomberos para descender a una zona de difícil acceso en la que, según el acusado, había ocultado trozos del cadáver.Toló entró en una fase de depresión profunda cuando terminó de reconstruir el crimen, lo que le llevó a no querer ingerir alimentos. Después, cuando ingresó en la prisión Lérida-1 el 3 de octubre, se negó a recoger la bandeja con el alimento, alegando que no pensaba comer.

El presunto asesino reveló que había descuartizado el cadáver de Rosa Peiró porque no quería que se le practicara la autopsia si lo encontraban.

Fuentes allegadas a la investigación han señalado que la avería sufrida por el coche de Toló tras cometer el crimen y que le obligó a abandonar el automóvil resultó crucial para esclarecer los hechos, ya que de no haberse encontrado en el mismo pelos y sangre pertenecientes a la víctima, hubiera podido pensarse que la pareja había desaparecido vountariamente.

Toló solo lloró después de que a Guardia Civil le comunicara que los dos perros de su propidad, que quedaron abandonados tras su huida a Francia, fueron encontrados semanas más tarde casi muertos por falta de alimentos. Ese fue el momento en el que Toló mostró cierta ternura, llegando a comentar a los funcionarios que le custodiaban: "¿No es un contrasentido que haya cometido un crimen tan gordo y, sin embargo, me conmuevan los perros?".

Amigos y vecinos del presunto asesino han dicho que es "un obseso sexual que nunca tuvo relaciones íntimas con Rosa, con la que pretendía casarse". Un psiquiatra ha manifestado que la cooperación de Toló para recuperar las partes descuartizadas del víctima se debe "al deseo de una mente enferma de confirmar la realidad de lo que su subconsciente le está reprochando por el acto criminal cometido". "También responde", agregó, "a una necesidad agobiante de desahogarse y descargar su conciencia".

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