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Jóvenes y parados se enfrentan con la policía en el centro de Argel

ENVIADO ESPECIALLas tensiones sociales que en los últimos días electrizaban la vida de Argel estallaron ayer cuando cientos, quizá miles de jóvenes y de desempleados se manifestaron en las calles del centro de la ciudad y se entregaron al pillaje de comercios y oficinas estatales. Los manifestantes protestaban por la carestía de la vida y la falta de empleos bien remunerados. Fuerzas antidisturbios de la policía disolvieron con gases lacrimógenos a los distintos grupos que se adueñaron durante una hora de las calles y plazas principales de la capital.

La ciudad amaneció preñada de rumores. La noche anterior miles de automovilistas habían hecho cola ante las gasolineras en previsión de una huelga general que nadie había convocado, pero que todo el mundo esperaba como inminente. En los días anteriores, los trabajadores de diversas empresas y servicios públicos ya habían suspendido sus trabajos para reclamar mejores servicios y el fin de la penuria de productos básicos de consumo que padece el país magrebí. Entre los huelguistas se encontraban los empleados del Ministerio del PTT (telecomunicaciones) y de la fábrica de montaje de camiones Sonacom.

Las basuras amontonadas en las aceras hacían presagiar la extensión de las huelgas. Sin embargo, los comercios y las gasolineras abiertas parecían dar a entender que los agoreros no habían acertado plenamente en sus previsiones de huelga general.

"Agitadores profesionales"

A mediodía, de forma que parecía espontánea, pero que las autoridades argelinas han atribuido a "agitadores profesionales", grupos de cientos de jóvenes estudiantes y de trabajadores desempleados se juntaron en el centro de la ciudad y se lanzaron al pillaje de comercios y oficinas públicas. Cuando las fuerzas antidisturbios hicieron acto de presencia y comenzaron a atacarles con granadas lacrimógenas, los manifestantes respondieron con los extintores que habían robado en los locales saqueados. La batalla fue breve y al cabo de una hora la normalidad volvió a Argel.

El martes por la noche, representantes del Gobierno y del partido único, el FLN (Frente de Liberación Nacional) habían celebrado una reunión con dirigentes de la central sindical oficial para intentar calmar los ánimos. La agitación de la juventud y de los trabajadores argelinos supone el fin de una paz social de dos décadas que el régimen fundado por los coroneles del FNL había logrado garantizar gracias a las fabulosas rentas del petróleo y el gas.

El principal éxito de la política juvenil del presidente Chadli Benyedid ha sido la educación, pero no parece suficiente. La juventud actual pide empleos y remuneraciones acordes con sus títulos académicos y también un modelo de vida atractivo. La respuesta las aspiraciones de juventud se ha convertido en uno de los más importantes retos que Benyedid enfrenta ahora.

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